JA,JA,JA,JA,JA,JA,JA,JA,JA, JA JA,JA,JA,JA,JA,JA,JA,JA,JA,JA JA,JA,JA,JA,JA,JA,JA,JA,JA,JA
JA,JA,JA,JA,JA,JA,JA,JA,JA,JA
…por favor, dejadme que me ría hasta que mi corazón deje de llorar
Reproduzco hoy algunos de los artículos que he venido publicando sobre el “caso Conde Pumpido”, porque desgraciadamente todo lo que he venido escribiendo se ha cumplido, se está cumpliendo y más que se va a cumplir… les aseguro que no había que estar ciego para saber por qué el ambicioso Sánchez movía sus piezas para hacer Presidente del Tribunal Constitucional a don Cándido Conde Pumpido, un hombre que ya desde su aparición en la cúspide del mundo judicial se pudo comprobar que era un “trepa” y que su única ambición era “subir escalones” hasta que ya no hubiese más para él… y ahí en el Constitucional encontró su puesto.
Así que nadie intente cargarse al Presidente Sánchez por esa vía. Les aseguro que Conde Pumpido y Sánchez brindan con champán cada vez que les llega la presentación de un nuevo Recurso de usted, señor Feijóo.
- —¡Ea, Candidito, ya tienes ahí otro de “el hombre de los Recursos”!— A ese déjamelo a mí. A mí la muleta y hasta la espada se me dan muy bien.
Y yo, que estoy viendo, con una claridad meridiana, lo que iba a pasar, lo que está pasando y lo que va a pasar, lo único que puedo hacer es reír y llorar: REÍR POR ESPAÑA Y LLORAR POR LAS PERSONAS QUE QUIERO Y SU FUTURO.
La “LGTBI”
Y me río pensando en el señor don Alberto Núñez Feijóo, el gallego que llegó a Madrid creyendo que con su “moderación” ya tenía conquistada España entera y que tendiéndole la mano a don Pedro Sánchez Pérez-Castejón (el bisnieto del general franquista Antonio Castejón Espinosa) reconquistaría “el turno de los Partidos”: Hoy tú, mañana yo. Hoy Cánovas, mañana Sagasta…
Y ya lo ven, ganó en Madrid y se apuntó el tanto, aunque en este caso no tuvo más remedio que aceptar el carisma de Isabel Díaz Ayuso. Ganó en Andalucía, eso sí, sin mencionar el pacto secreto con la LGTBIQ+… y en los meses que lleva que está haciendo un ridículo detrás de otro. Grande, muy grande, grandísimo ha sido su fracaso con el Tribunal Constitucional.
No hace muchos días todavía celebraba, con champagne incluido, la victoria pírrica que obtuvo con la “cautelarísima” del Decreto que intentaba meterle por la escuadra el sibilino zorro que okupa la Moncloa para evitar que aquella tarde se probara en el Congreso y pudiera publicarse en el BOE la anulación del delito de sedición, lo de malversación de fondos y demás ralea.
Julio Merino (ÑTV España)