Si nada lo impide, este año será electoral. Una gran oportunidad, por tanto, para romper las dinámicas seguidas en los últimos decenios sobre la falsificación de la historia y que nos empujan a la disgregación y la anulación como nación y como democracia. Caben tres opciones:
a) Que gane el PP. Este partido ha sido parte esencial en las derivas que hoy sufrimos. Su victoria no cambiaría nada importante, y el programa antiespañol y liberticida proseguiría y empeoraría en plazo breve.
b) Que gane el nuevo frente popular. No debe descartarse, pues el mal de fondo, el envilecimiento social creado por cuatro décadas de embustes sobre nuestro pasado, lo posibilitan. En tal caso la Constitución sería del todo anulada (nunca fue respetada) y se haría imprescindible la rebelión.
c) Que gane VOX. Tampoco debe descartarse, porque en las condiciones actuales un partido que defienda con claridad la unidad de España y la libertad podría arrastrar a la mayor masa de población. Y es lo que debería proponerse VOX distinguiéndose claramente de un PP cómplice del PSOE y los secesionistas y ansioso por volver a los repartos de poder y dinero con ellos.
Se observa en el propio VOX cierta confusión, normal en un partido emergente, sobre su relación con el PP “para echar a Sánchez”. La situación a que hemos llegado va mucho más allá de ese objetivo táctico.
Los cantos de sirena empujando a una colaboración VOX-PP porque otra cosa “no la entenderían los votantes”, significa simplemente volver al “voto útil”, el más inútil de todos, y repetir a escala nacional la experiencia fatal de Andalucía. Se supone que VOX no defiende lo mismo que el PP con matices, sino una alternativa real.
Lo único importante que ha ocurrido en la política española en los últimos años ha sido el discurso del rey contra el separatismo catalán, y la emergencia de VOX, creo que bastante ligada al efecto de ese discurso.
Si VOX es consciente de la situación, y es consecuente en la defensa de la unidad nacional y la democracia que llevan años socavando el PP, el PSOE y los separatistas, puede ganar las elecciones.
Según los resultados alcanzados, podría quizá llegar entonces a acuerdos parciales con el PP. Pero así como el PP gobernó Andalucía con el apoyo de VOX, el PP sabotearía un gobierno de VOX para España.
Pío Moa (ÑTV España)
