La estupidez no tiene límites. Los puristas de la corrección política acusan a los organizadores de la Cabalgata de Reyes en Igualada, de racistas. Y todo porque pintan de negro al rey Baltasar y a sus pajes (900 pajes).
La organización asegura -evidentemente- que «no es una cuestión de racismo» y señala que no ve posible encontrar 900 voluntarios negros entre los vecinos. Los autodenominados «Colectivos de afrodescendientes» (manda huevos con el nombrecito) se han ofrecido para buscar y contratar pajes.
Pero la organización ha respondido que la Cabalgata no es una actuación teatral y que los que participan deben vivirlo como algo propio y en consonancia con la significación de la festividad. Vamos, que un paje musulmán no sirve.
En 2019, cuando la cabalgata cumplía 125 años, la polémica de pintar de negro a Baltasar y a sus emisarios causó que TV3 rechazara transmitirla en directo. Esto es libertad de expresión y lo demás son puñetas españolistas.
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