Los detalles de la fontanero son más día más Torrente. Lo último es que Leire Díaz tenía un plan para “asaltar” El Confidencial y Planeta y bloquear Vocento. Las alcantarillas socialistas tienen un grave problema con la libertad de prensa. También parecen incompatibles con la independencia del poder judicial al que quieren “limpiar”.
Los jueces son duros de roer. La Fiscalía, ya se sabe de quién depende. Por eso Leire Díaz ofrecía ascensos y promociones con la alegría de una fontanera a cambios e información sensible. Pero chocó con Stampa y Grinda que le han denunciado. Ella ha respondido denunciándoles y negándolo todo. Pero tiene un problema. Porque en su comparecencia en el Senado dijo no investigar a fiscales. Si mintió es una delincuente. El careo va a ser de palomitas.
Otrosí: ¿Por qué la Fiscalía le ofreció ser su jefa de prensa como afirma ella? Confianza había. ¿De quién depende la Fiscalía?
Y más: la fontanera presumía de su buena relación con la directora general de la Guardia Civil y de que ella nombraría al DAO.
Controlar a la Benemérita. El sueño húmedo de todo totalitario.
Sánchez tratará de marcar distancias como está haciendo con Zapatero despidiendo a su íntimo Javier de Paz del consejo de Telefónica. Si Trump quiere llevarse por delante a Zapatero, cortafuegos.
Por lo mismo, el ex gerente del PSOE de los pagos en efectivo filtra ahora que alertó a Moncloa de los gastos descontrolados de Ábalos. El ‘putero’ tiene que comerse el marrón. “Ábalos tiene un problema con su polla” dice la intelectual Leire Díaz. Leña del árbol caído. Ábalos, cortafuegos.
Ahora Sánchez también trata de congraciarse con Trump comprando armamento a EEUU para enviar a Ucrania. Y ya llevamos aportado 1000 millones de euros. Pero Trump insiste con Rutte: “España merece una reprimenda; no juegan en equipo”.
Estados Unidos hundió este miércoles dos narcolanchas. El cerco a Venezuela se está estrechando. El final de la dictadura está cerca. Y el Pollo Carvajal cantado la gallina. Zapatero es un pato cojo. Sánchez, también. Y lo que estamos viviendo son manotazos de ahogado. Como la supresión de la Fundación Francisco Franco
Tic-tac. Y no porque Puigdemont dé un ultimátum. Sánchez ya ha dicho por activa, pasiva y perifrástica que puede gobernar sin parlamento y sin presupuestos. Más bien el ultimátum viene desde la otra orilla del Atlántico. Y ya no parece que se pueda frenar. Quizás por eso el Ibex está desfilando por la embajada de Estados Unidos para desvincularse de ‘su sanchidad’. Game over.
Luis Losada Pescador (Actuall.com)