El PradvaPais y los leales servidores mediáticos anti fachosfera van perdiendo fuelle y credibilidad hasta para los suyos aunque siguen empeñados en repetir las consigas que les escribe Bolaños.
El revolcón que los colegas del fugado le han dado a Sánchez y a su grupi de coros y danzas echando a bajo el proyecto de ley de amnistía que no cumple todas sus exigencias, es un aviso que representa una escena similar a cuando un matón agarra de los testículos al tipo al que está chantajeando y le dice “hazme caso a aprieto más”.
Preocupa mucho a mucha gente lo que está pasando en España, pero los buenos amantes del cine negro disfrutamos viendo desde nuestro sillón la agonía del mafioso aficionado que por más que ceda a las exigencias de los independentistas, acabaran pidiéndole que les haga una felación simbólica como prueba de lealtad.
Puigdemont se ha revelado como un genio diabólico, y los siervos del Presidente aún no se han percatado de que no existe en este asunto un crack como el fugado que tiene amigos en Rusia y conexiones con profesionales de la extorsión para hacerle sudar sangre. La cosa nostra tiene sus reglas y “el padrino” es el fugado.
Las caras tristes solo se vieron en la bancada en la que sientan sus reales los siervos de la gleba de Sánchez que ayer estuvo ausente del hemiciclo hasta el momento de la votación y volvió a irse como si el asunto no fuera con él, porque entre su escaño parlamentario y el Falcón no tiene no duda. Yo sigo creyendo en la nación española sin olvidarme de todos los que matarían a su madre si Sánchez se lo pidiera
Nunca he pretendido convencer a nadie con mis escritos porque lo mío es puro vicio solitario frente al teclado del ordenador, pero me ha bastado con ver el rostro patético de la “risueña andaluza” desde su escaño de vicepresidente para saber que, anoche hubo llantos y vómitos en más de una casa ministerial.
Diego Armario