Hemos llegado a una situación tan vergonzosa y de tanta corrupción en España que cualquier cosa es posible y cualquier actuación, por más deleznable que se nos antoje, tiene cabida.

La última es esa exigencia del tal Puigdemont, un delincuente corrupto, prófugo de la Justicia, que insta a los sociatas a concurrir a Waterloo para entrevistarse con él ya que, de lo contrario, amenaza con retirar el apoyo de su miserable partido de la derechona catalufa al gobierno.

¿Cómo es posible que un delincuente pueda poner en jaque al gobierno de una Nación soberana, exigiendo que le rindan pleitesía y se sometan a sus dictados? Muy fácil: cuando el satrapilla se vendió a toda la escoria golpista, separata, comunistoide y filoetarra para mantenerse en el poder, sabía que tal situación podría darse en cualquier momento al haberse convertido en una marioneta, cuyos hilos mueven todos estos miserables. Una marioneta en la cuerda como cantaba hace muchos años la británica Sandie Shaw.

España está en venta, ahogada de una parte por la corrupción sociata y, de otra por la falta de coraje de la oposición, más preocupada por quedar bien que por ejercer el papel que en momentos tan graves como estos le corresponde.

Recientemente, hemos sabido que el Ministerio del Interior tiene previsto retirar de Cataluña a todas las Unidades de Policía Científica de la Policía Nacional, así como reducir, de forma notable, los efectivos de las Brigadas de Información y de Policía Judicial, obedeciendo los mandatos de la casta separatista.

Si tal cosa sucede, en la práctica, tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil, las llamadas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, quedarán, no sólo reducidas de forma cuantitativa, sino también cualitativamente, ya que no podrán asumir con garantías las misiones que tienen asignadas.

El reducir las Brigadas de Información y de Policía Judicial supondrá una merma en las investigaciones que se realizan sobre asuntos tan graves como el movimiento independentista catalán o aquellos de blanqueo de capitales y malversación de caudales públicos, en los que tan avezados están los catalufos como así lo han venido demostrando desde tiempo atrás.

En consecuencia, todas las investigaciones sobre estos temas quedarán en manos de los Mozos de Escuadra, una policía política al servicio de los intereses de los separatistas catalanes, como así lo han demostrado cuando tuvieron oportunidad de hacerlo.

Pero si esto es de una gravedad alarmante, más lo es esa proposición de Ley denominada Begoña que los sociatas pretenden presentar en el Congreso, con el fin de amnistiar las corruptelas de la familia del satrapilla y de algunos de sus correligionarios. Una auténtica vergüenza que deja bien a las claras que España se ha convertido en una república bananera, al más rancio estilo, en la que algunos pueden campar a sus anchas y cometer todo tipo de tropelías, con la seguridad de que quedarán impunes.

Pese a todo, España sigue dormida viendo la televisión, por cierto, también controlada por la antiEspaña o manejada por los sociatas a cambio de cuantiosas subvenciones que recibe del erario.

¿Nos despertaremos algún día? Poca fe tengo en ello a la vista de lo que hay, ya que parece que es a muy pocos a los que nos preocupa la grave situación por la que atraviesa nuestra Patria.

Eugenio Fernández Barallobre (ÑTV España)

Categorizado en:

Política,

Última Actualización: 19/01/2025

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