Incluidos los medios de desinformación a sueldo de La Moncloa que usan el comodín de la “ultraderecha” para tapar sus propias vergüenzas prostituidas. Con el tiempo se ha comprobado que tildar, etiquetar, anatematizar a los ciudadanos de bien con el calificativo de “ultraderecha y fascista”, estaba destinado a amedrentar a cuantos advierten el cariz pútrido y corrupto de la izquierda manipuladora, cuyo interés estriba en asaltar los recursos del Estado con absoluta falta de escrúpulos o conciencia.
Ciudadanos de bien, honrados, como Dios manda, son el contrapunto a la verdadera radicalidad sin moral de la más rancia y resurgida de sus cenizas, siniestra.
ÑTV España