¿A quén beneficia?… En España tenemos la costumbre insana de agendarnos los recuerdos y los homenajes en las fechas estrictas que acordamos una vez al año para olvidarnos el resto. Hablemos del 11-M en pleno mes de agosto y advirtamos que el próximo año prescribe este crimen de lesa humanidad sin resolver , apunto de salirse con la impunidad definitiva los verdaderos orquestadores del sangriento cambio sociopolítico que inauguró el miserable Zapatero al que esperan en las calderas de Pedro Botero.
Antes de ser portavoz y defensor del inocente D. José María Ruiz-Mateos desde el 2012 hasta su triste fallecimiento-al que 40 años después de reivindicar Justicia, la Justicia le ha dado la razón, queda por ver cuánto y si es resolutiva-, ya había percibido la descomunal desintegración socio-política y económica que sobrevino con los brutales prolegómenos de la matanza del 11-M que dio paso a unas legislaturas destructivas de Zapatero, en la línea oscurantista de la que treinta años antes fue la del felipismo, pero aún peor.
No existe la casualidad y que las dos elecciones con victorias del erróneamente denominado progresismo, fueran después de atentados y posteriores manipulaciones mediáticas tan en consonancia e incondicionales con el sanchismo. Muchos perros se acercan a comer de la mano de su amo, como entonces.
No debería sorprendernos que acabáramos al borde del precipicio después del nefasto desgobierno zapaterista. No podemos decirnos desprevenidos, con los grandes perjuicios ocasionados por aquel gobierno de lo sospechoso que se inició con un execrable crimen que carece de autores intelectuales todavía.
Una democracia no puede erigirse rectamente a base de misterios sin resolver que han sido la corriente oscurantista, perpetuada, para que criminales de baja estofa se vean beneficiados con las permanentes componendas sectarias, disimuladas tras la cortina de una Justicia aquiescente y parcial.
La etapa constitucionalista fue la oportunidad para montar el paripé del respeto por los semejantes de distintas ideologías y con el tiempo el parapeto para actuar delictivamente influyendo sobre el orden jurídico para que no hubiera punición.
En España sale gratis delinquir si se hace tras una sigla política. Los ciudadanos viven de complejos y vergüenzas importando muy poco la dignidad o la verdad; basta encubrir el crimen y vivir de las rentas vitalicias de la estafa politizada y, por ende, permitida.
Los principales misterios sin resolver en que se basa nuestra falsa democracia son:
-La intentona golpista del 23 de Febrero de 1981 que, engañando a los militares implicados, dio un giro radical político.
-La expropiación delictiva de Rumasa, un 23 de Febrero de 1983, y la posterior indefensión contra quien fue exculpado de toda imputación en 1997, José María Ruiz-Mateos, de lo que sirvió de pretexto para que delincuentes tras los atriles de la Política se pertrecharan, impunemente, con un botín que les enriqueció de por vida.
-La matanza del 11-M en un diabólico juego de trileros que sirvió para engañar a una población acostumbrada a seguir el cebo de la demagogia.
-La genocida y corrupta etapa sanchista con sospechas innúmeras y la intervención torticera de la Justicia a manos de jueces corruptos al servicio de la inmundicia sectaria.
CUI PRODEST?¿QUIÉN SE BENEFICIÓ EN LAS TRES OPORTUNIDADES DE CRIMINALIDAD?
No puede haber limpieza de intenciones en un país donde siempre se han salido con la suya los criminales, con la absoluta impunidad que otorga hacer y deshacer desde el poder con influencia sobre las decisiones judiciales. Siguiendo las premisas policiales, o los Principios del Derecho Romano- Cui prodest- habría que preguntarse a quién ha beneficiado el oscurantismo de tantos crímenes sin resolver.
No es casualidad que los aprovechados de estos actos delictivos siempre sean los mismos. Desde el 2004 tras un pseudónimo que convulsionó la hipocresía de los beneficiados indirectamente por el zapaterismo, denunciaba esa manipulación del 11-M que ha dejado sin verdaderos culpables a la peor matanza de Europa, para mayor gloria de quienes destrozaron un país en muy poco tiempo.
Escribí un ensayo que fue clarificador frente a la paja que otros fabricaron como excusa para ganar dinero a costa de los asesinados. No es extraño pues que tenga este afán de Justicia porque se conozca la trampa permanente con D. José María y se solvente el drama de los Inversores.
No puedo ni quiero evitarlo en un país que recogió de la siembra de la indolencia, la cosecha de la tragedia y la manipulación constante. No va conmigo tanto cinismo, hipocresía y malignidad con apariencia de legal benignidad.
Nada como la Justicia, la verdadera. Será en el Cielo, porque sobre esta tierra de España, ninguna. Por mi parte, pongo mi grano de arena en una montaña inconsistente de egoísmo colectivo. La consigna de este país es ignorar lo evidente. Al menos no tengo el cargo de conciencia de callar. Antes del 2024 , SND Editores proyecta reeditar este ensayo clarificador, cuando el tiempo otorga razón 14 años después de su publicación.
En Memoria de los 192 asesinados sin Justicia, de los miles de heridos y los familiares. En Memoria de tantos sufrimientos que durante ocho años nos abocaron a la ruina generalizada y continuaron con cinco genocidas años más de Pedro Sánchez.
Jamás se esperó tan descomunal tragedia, para llevar a cabo criminales planificaciones con las que todos fuimos víctimas y engañados, una vez más, como hace tres décadas… desgraciadamente el 11-M se saldó con sangre por no reaccionar antes y permitir que creciera de raíces envenenadas nuestro espejismo de árbol democrático; pútrida savia la que nos ha alimentado.
Ignacio Fernández Candela (ÑTV España)