Amigos míos, esto ya sí que es una partida de tenis. A un lado tenemos a Nadal. Al otro, Alcaraz… y nuestra cabeza se va de un lado a otro, de izquierda a derecha, de derecha a izquierda, y con rapidez para ver quién gana el punto.

A un lado, Isabel Díaz Ayuso y al otro, Begoña Gómez. A un lado la valiente “Isabelita” que ha conquistado al pueblo madrileño desde la valentía y la sinceridad: Libertad o Socialismo, o Libertad o Dictadura Proletaria… o Begoña Gómez, la mujer de un Presidente superpoderoso, socialista, comunista, independentista, separatista, demócrata de toda la vida… y hasta bisnieto del general franquista don Antonio Castejón Hermosilla. Señores, estamos viendo, Hunas a un lado y las de más allá, Hotras, hundiendo al marido.

¡Dios, Dios, Dios, Dios, Dios, Dios, Dios, Dios, Dios, Dios, Dios, Dios, Dios, Dios!

Eso sí, a sabiendas de que la pelota ya tiene la atracción de las urnas. Quizás porque, al parecer, la libertad, la verdad, la honradez, la valentía, las lleva consigo la ocupante de la Puerta del Sol y la Hotra, la “okupante” de la Moncloa…

Bueno, pues yo me digo lo que desde tiempos inmemoriales (tal vez desde que no aprendí a contar los millones que Hotros contaban) me digo a mí mismo: “Entre la verdad y la mentira, entre disposición a declarar ante quien haya que declarar y la “sospecha” de no poder ni hablar, para no perjudicar al “Jefe” me quedo con la verdad, aunque por aquello que dijo el Marqués de Duguesclin: “Ni quito ni pongo Rey pero ayudo a mi Señor, y mi Señor será siempre la verdad”.

Lo siento, doña Begoña, en el tenis solo puede haber un perdedor y un campeón… y me da la impresión que usted, en este caso, tiene las de perder. O al menos para evitar males mayores y evitar sentarse en el banquillo.

Julio Merino (ÑTV España)

Categorizado en:

Política,

Última Actualización: 13/06/2024

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