El viento no escucha.
No escuchan las piedras,
pero hay que hablar, comunicar,
con las piedras, con el viento.

Se exprime así el alma,
así se libra de su veneno,
descansa, comunicando
con las piedras, con el viento.

José Hierro

Feliz tarde y mucho ánimo.

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Humanidad,

Última Actualización: 13/06/2024

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