La poesía cruza la tierra sola,
apoya su voz
en el dolor del mundo
y nada pide,
ni siquiera palabras.

Llega de lejos y sin hora,
nunca avisa,
tiene la llave de la puerta,
al entrar siempre
se detiene a mirarnos.

Después abre su mano
y nos entrega
una flor o un guijarro,
algo secreto,
pero tan intenso,
que el corazón palpita
demasiado veloz.

Feliz tarde y mucho ánimo.

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Humanidad,

Última Actualización: 19/12/2023

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