Te contaré la tarde, amigo mío,
la tarde de campanas y violetas,
que suben lentamente a su pequeño
firmamento de aroma.
La tarde en que no estás,
el tiempo, detenido, se desborda
como un dorado río,
y deja ver en su lejano fondo
no sé qué cosas olvidadas.
Feliz tarde y mucho ánimo.