Una tarde en que nublaba,
el día de tristeza muerta…
me senté en el aire,
buscando un «porque»,
a tanta tristeza.

Sentí que nubes
cargadas de agua,
tomaron mis ojos
y sobre mi alma
comenzó a llover,
no sé de que cielo.

Y sorprendida,
comprendí que el llanto,
a veces es mejor,
porque aunque es amargo,
alimenta el alma.

Feliz tarde y mucho ánimo.

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Humanidad,

Última Actualización: 27/02/2024

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