Qué fácil puede ser que,
al salir a la calle,
el saludo de la brisa fresca
te envuelva en una caricia
que arrastre todas las dudas.
Que a tu paso descubras
los árboles y las aves con su gorjeo,
la mezcolanza de perfumes,
los sonidos apagados a lo lejos,
la luz de oro y de sedosos azules.
¡Es tan fácil
sentir la felicidad de esos instantes,
el palpitar inconfundible
de una mañana de verano!
Feliz Jueves y mucho ánimo.