En alguna de mis reflexiones he recordado una de las frases más célebres de Trotski que ilustra perfectamente las criminales esencias y aviesas intenciones del comunismo; en esta ocasión no me sustraigo a volver a citarla: “los comunistas nos hemos propuesto trastornar el mundo”

En estas últimas semanas los verdaderos y graves problemas que conciernen al interés general de la mayoría de los españoles y a la misma supervivencia de la España que conocemos, han salido a la luz, y se pueden resumir en el “morreo” del presidente de la Real Federación del “futbolín” español a una oscura e incoherente jugadora de la selección que se sintió agredida en su intimidad de hembra y tan agobiada que tuvieron que pasar varios días para que oportunamente dirigida por las “centurias negras” del ministerio de igualdad, decidiera respetarse a sí misma, interponiendo una denuncia contra ese “ejemplar” de la zafiedad rústica, grosera y mafiosa, o bien, en el asesinato tenebroso y posterior descuartizamiento de un ciudadano colombiano en Tailandia; ambos, aireados hasta la repugnancia informativa que es el sello y marchamo de gran parte de los medios que obran en beneficio, honra y mayor gloria del pueblo español.

Contagiado y abducido por tal espectáculo, tomándome un minuto de reflexión, pues, todos somos pueblo, pero no todos, chusma infecta, quiero referirme al viaje de “Yoli” al Parlamento Europeo en un medio de transporte del ministerio de Margarita, “la flor roja”; entiendo que hacer acto de presencia en Bruselas para entrevistarse con “Jack el Destripador”, futuro presidente de España en la sombra, no deja de ser una cosa nimia, sin mayor trascendencia, solamente añadir que estoy impresionado, que no es fácil conocer una mente tan reducida, tan comunista, en definitiva, tan pequeña en una cabeza a una nariz pegada; esta tipa, se ha empeñado en trastornar España.

Me viene a la memoria una frase muy apropiada al encuentro belga, “el laxante más eficaz del mundo se llama tenemos que hablar”, imagine el lector la torrentera de heces comunistas, de excrementos independentistas que entre los dos habrán depositado en el barnizado el suelo europeo bruselense.

¡Cuidado! seguro que no todo se ha quedado en Bélgica, buena parte de sus deposiciones las traerán por valija diplomática para presentarlas en la Moncloa.

Es necesario tener presente como norma general, que las revoluciones se hacen lentamente, inconscientemente impulsadas por elementos desintegradores que poco tienen que perder y situados en la escala social más baja y también con el concurso y la falta de convicciones de los de arriba.

No sucede lo mismo actualmente en España, el proceso revolucionario se inicia desde las atalayas del poder político revestidas de un odio visceral a la Nación, de una soberbia jacobina que disimula las bajas pasiones de poder y supuesta supremacía moral con aquello que Antonio Escohotado definía como: “un ruido, un grito de protesta que luego se disfraza de un quiero a todos”, un movimiento henchido de sustancia y de naturaleza, de un alma próximo a la desesperación que se traviste a conveniencia”, pero donde no hay nada, y si dentro de esto se consigue robar y expoliar a la Nación lo bastante a lo mejor aparece algo.

Lo que se pretende desde el gobierno es que los españoles profesen la religión del No Ser

¡Atención! Al Tribunal Constitucional, ya sus integrantes, al parecer, se han convertido o venían ya bautizados desde casa, en fieles seguidores de esta doctrina, de esta fe revolucionaria.

Para producir el cambio, para alcanzar el objetivo siniestro y criminal de sustituir una democracia por una dictadura socialista, o en su caso por una república confederal, cuando no cantonalista, es condición necesaria contar con los votos de la ciudadanía, es obligado mantener al pueblo incomunicado, engañado, sojuzgado, callado y a ser posible necesitado para que su libertad se transmute en dar la espalda a la secular forma de vida, su discernimiento se vea afectado y le incapacite para diferenciar el bien del mal, sus valores y principios morales queden ocultos y suspendidos en el desarrollo vital de su existencia; su dogma es comenzar de nuevo, como si el destino de un pueblo enraizado en su tierra durante siglos se pudiera improvisar de la noche a la mañana, por el arte socio-comunista de birlibirloque y la concurrencia de terroristas e independentistas.

En estos infaustos años los gremios, los sectores, los grupos que más han progresado son los homosexuales y los resignados, amén de las “fembras” adictas al ministerio de igualdad, mujeres extrañas y peligrosas, verdaderas sanguijuelas del erario público, ineptas e incompetentes, engañadoras profesionales y aprovechadas, pícaras de estos tiempos y sepultureras del original e histórico movimiento feminista.

Que los homosexuales hayan prosperado entra dentro de lo justo y racional de las reivindicaciones sociales de este siglo; lo que no es tolerable es que los resignados no intenten acercarse a la verdad, ya se encarga la revolución de decirles y predicarles que la verdad es algo terrible, intolerable, mortal. Que la gente sencilla no podría vivir con ella; así le contesta don Manuel a Lázaro en la novela de Unamuno, “San Manuel Bueno, mártir” cuando este le dice, don Manuel, la verdad, la verdad ante todo.

Cierto que este dialogo entresacado de la obra unamuniana se produce en otro contexto radicalmente diferente, pero lo creo muy apropiado para expresar ese silencio inveterado que el pueblo mantiene ante las tropelías de este gobierno.

Al pueblo con su silencio y su pobreza de sentimientos no hay que despertarlo, también esto lo va consiguiendo el Frente Popular de la democracia constitucional del 78.

Al pueblo callado hay que gritarle para que reaccione, su sordera aparente no es más que una autodefensa, Hay que lograr que esa defensa se convierta en decepción de sí mismos, en vergüenza de su pasividad e indolencia; cuando esto ocurra el ciudadano se convertirá en algo útil para España, su progreso y el bienestar de su familia.

El Frente Popular se siente omnipotente, cuando el pueblo tenga dudas y no callecuando trate de resolverlas y hable, los enemigos de España serán vulnerables, tendrán su merecido, la impunidad de sus actos desaparecerá y su proyecto de evidente traición quedará arruinado.

Antonio Cebollero del Mazo (ÑTV España)

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Política,

Última Actualización: 13/06/2024

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