Estos días el asunto va de prófugos aunque fugados lo que es decir fugados, podríamos considerar sólo, por poner un ejemplo, al quinqui Eleuterio Sánchez Rodríguez «El Lute». Indultado de la pena capital por Francisco Franco por un delito de asesinato (error de Franco), este delincuente, entre otras acciones se escapó de las Fuerzas de Orden Público (FOP) y del penal del Puerto de Santa María, protagonizando fugas y enfrentamientos con las FOP, hechos considerados meritorios para los delincuentes, ya que tanto la Policía como la Guardia Civil pusieron efectivos y empeño en su caza con resultado infructuoso, como fue el cerco a la población sevillana de Alcalá de Guadaira.
Hay que tener en cuenta que esa época las FOP estaban autorizadas a disparar a un huido de la justicia si éste no obedecía a los requerimientos de los agentes (cuidado, que los delincuentes también tiraban de gatillo). Finalmente a los tres años de su huida, el «Lute» fue cazado junto con su hermano, con una identidad falsa y un coche robado con placas falsas.
Después tenemos el ejemplo del genocida comunista de Santiago Carrillo Solares, perdonado en 1969 de todos los delitos que cometió en nuestra Guerra de Liberación (nuevo error de Franco). Este caso ya huele más a chamusquina, amparado por el Rey (el perjuro campechano), el traidor y no menos perjuro del Presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, y de todo el SECED (actual CNI)… no hacía falta más apoyos…
Previo engaño a todas las FOP y Fuerzas Armadas (FFAA), Carrillo entró en España en 1976 protegido por las más altas instancias del Estado. Tengo testimonios de miembros de las FOP que realizaron jornadas horarias agotadoras de controles por carretera para impedir que Carrillo entrara en nuestro país, pasando los duros rigores climáticos de la época, mientras tanto Carrillo estaba confortablemente charlando con Suárez en un chalet de las afueras de Madrid, negociando su permanencia en España y la legalización del PCE.
Que asco sintieron esas FOP y FFAA al verse utilizadas, humilladas y traicionadas por su Rey y su Presidente del Gobierno; éstos ya no gozaron jamás del respeto de esas instituciones militares…las chuleadas se pagan.
Finalmente se realizó un paripé: Carrillo fingió un arresto de la BPS siendo trasladado a la DGS, dónde tras permanecer un par de días detenido se le puso en libertad provisional…al menos se le detuvo.
El tercer caso ya es de traca, todas las instituciones afectadas amparando al señalado (digo señalado del señalamiento judicial que obra hacia su persona), me niego a tratarlo de prófugo o similar, hablamos del payaso Carlos Puigdemont Casamajó, y de su circo patrocinado por la presidencia sepa-rata de la generalidad, el presidente corrupto y traidor del Estado Pedro Sánchez, la Conselleria y el Ministerio de Interior, etc.; en este caso ya están todos involucrados en proteger al payaso señalado, la Consejería de interior catalana por acción directa, el Ministerio de Marlaska y CNI por omisión voluntaria y la Jefatura del Estado que debería arbitrar está más comprada que Enríquez Negreira.
El payaso con días de antelación había anunciado fecha, hora y lugar de su presencia física, sin que ninguna fuerza policial (mmee, CNP, GC, y GU de Barcelona) lo detuviera; solo puede ser debido a una colaboración directa o indirecta de la Fuerza Pública para con el señalado. No caben más excusas.
Su Señoría Magistrado D. Pablo Llarena, no me sea alma cándida, pues debía haber cursado órdenes estrictas para la detención del payaso sin excusas ni pretextos, so pena de procesar a todos los mandos policiales con responsabilidades sobre el operativo policial.
No sea Su Señoría ingenuo, sabe que los mandos policiales se deben y obedecen a los caciques dirigentes políticos, ya que éstos últimos son los que los ascienden, enchufan a destinos golosos, condecoran, les dan premios monetarios, etc. o, en caso de discrepancia con las medidas dictadas por ellos, los anulan y hunden profesionalmente.
Su Señoría no tiene ninguna influencia sobre la carrera profesional de los mandos policiales, entérese de una vez, y la próxima vez ponga en cintura a la cúpula policial.
En resumen, que de los tres ejemplos citados, podemos catalogar de prófugo a el «Lute», a Carrillo de un ilegal con aspiraciones de entrar en territorio español y que recibió un apoyo concreto de la cúpula del Estado, y del señalado payaso Puigdemont…
Qué decir, pues eso, un payaso llorón que se hace pasar por perseguido cuando tiene el total apoyo de la Jefatura del Estado y de los gobiernos central y autonómico.
Triste no, lo siguiente…
Carlota Sales (ÑTV España)
