El rechazo del PSOE a que en las escuelas vascas se estudie la historia de ETA es una muestra evidente de cómo el sanchismo pretende que se borre la memoria del terrorismo, al tiempo que reverdece de forma constante el recuerdo de Franco.
La dolorosa fotografía de esta realidad se pudo ver esta misma semana cuando se votó en el Parlamento vasco una proposición no de ley para instar a que el sistema educativo de la comunidad incluyera obligatoriamente contenidos curriculares en los que se explicara a los jóvenes la historia de la banda terrorista y el impacto que tuvo sobre la sociedad.
Solamente ocho parlamentarios votaron a favor: siete del PP y uno de Vox, la formación que presentó la proposición. En contra se mostraron los nacionalistas vascos, la izquierda populista, Bildu y el Partido Socialista.
Desde la derrota de ETA, el relato sobre los hechos es el nuevo campo de batalla de la llamada izquierda aberzale, en cuyo bando se sitúa el actual Ejecutivo con asombroso descaro contribuyendo de esta manera a los objetivos de los asesinos.
Hace décadas que la enseñanza supone una meta clara de los terroristas que diseñaron diversas estrategias tanto para influir en los contenidos educativos como para posicionar entre el profesorado a partidarios que difundieran entre los alumnos un contexto en el que la violencia se hiciera comprensible.
Que en la era posterior a la actividad armada de ETA los terroristas terminaran dando lecciones constituía una hipérbole que se hizo realidad de forma literal. No solo se trata de que el Gobierno central pacte con la izquierda aberzale, que permita que cada día se atrevan a perorar en las tribunas sobre la paz, la tolerancia y la democracia los herederos de los etarras, es que son los asesinos los que se han convertido en profesores.
En la academia de la Ertzaintza da clase un terrorista condenado. Recientemente, los padres de un colegio de Tudela (Navarra) tuvieron que asistir al nombramiento como profesor de José Javier Osés, alias ‘Jotas’, condenado a ocho años de cárcel por un tribunal en Francia y que no ha sido depuesto de su cargo como docente.
Cada día asistimos a una magnificación del recuerdo de la dictadura de Franco mientras se dulcifica y se borra la de ETA, siendo esta última la más reciente.
Muchos de sus responsables están en las instituciones y junto al sanchismo en la mal llamada mayoría de progreso, actualmente en descomposición.
ABC