La radicalidad de las políticas puestas en marcha por el Ministerio de Igualdad, que encabeza Irene Montero, está provocando entre los adolescentes varones una reacción contraria a la que en teoría persiguen.
Así lo concluye un estudio sociológico del Centro Reina Sofía de FAD Juventud, que advierte que un alto porcentaje de los chavales dicen sentirse «criminalizados» por los mensajes oficiales que Igualdad emite sobre los hombres.
Los efectos de estas políticas ultrafeministas han conseguido que aumente en esas franjas de edad el negacionismo de la violencia de género, es decir, el objetivo opuesto a lo que supuestamente se trata de conseguir.
No es nuevo que el extremismo de Montero y su equipo se estrelle: ahí tenemos el destrozo de la ‘ley del sólo sí es sí’, dirigida oficialmente a aumentar la protección de la mujer, pero que termina ‘premiando’ a miles de depredadores sexuales condenados.
El intento de adoctrinamiento y el sectarismo tienen normalmente nocivos efectos secundarios.
ABC