Oír a Pedro Sánchez hablar de que su nuevo gobierno es de “progreso” para España, es insultar a los españoles de uno u otro pelaje político.
Es mismamente como si Al Capone intentara hacerse con el poder a base de eliminar a toda costa a las demás familias mafiosas, aun sabiendo que no cuenta con los sicarios suficientes para lograrlo…
Y todos sabemos cómo lo intenta conseguir.
Perdió las elecciones…Eso es indiscutible y para fundar su nueva banda y seguir de capo, recurre a aglutinar en su “Familia mafiosa” a todo el desecho del entorno político…Otros capos menores que se integran en el cotarro con la única intención de medrar esquilmando al País.
Son de la peor especie:. Delincuentes condenados y prófugos; viejos terroristas y sicarios a sueldo, con la aportación de los “escombros” del perroflautismo vestido de Prada…Lo peor de cada casa.
Decir que Otegui es un hombre de paz aunque tenga las manos manchadas de sangre, repugna….
Amnistiar a delincuentes condenados por delitos fragantes contra el orden constitucional y las Leyes de nuestro País, para conseguir permanecer en el poder, es un comportamiento propio de dictadores facinerosos que necesariamente lo ha de conseguir a base de barrer a las Instituciones con la complicidad de algunos de los miembros que las integran y con el silencio cobarde e interesado de los integrantes de su “banda” que por intereses espurios, callan serviles y miedosos.
¿Será Pedro Sánchez un nuevo “nacional socialista”?… ¿Un Nazi? que pretendía fundar un “reich que le durara a él mil años?
¿Tratará de revivir los ”fascios musulinianos” que igualmente se definían como “socialistas de progreso” y que terminaros con sus líderes colgados en una plaza pública o volándose los sesos?
Tal vez se decante Sánchez por permitir que se alcen, nuevos muros y telones de acero, para separar a los españoles nefastos, de otros territorios donde las viejas y caducas burguesías disfruten de privilegios en un “paraíso” regado con la sangre sudor y lágrimas de charnegos desheredados.
Tal vez se crea en su locura el “mesías” de un “nuevo mundo” diseñado por su mano divina, donde él pueda reinar en la cúspide del poder y la gloria…
O tal vez no sea más que un pobre individuo sin valores que ansía ocultar sus carencias y sus incapacidades humanas como lo que es realidad apunta ser, con el disfraz siniestro de un monstruo de papel tipo Halloween.
Agustin Muro
