Oscar López y Marc Murtra se reúnen con la cúpula de Vivendi en París para pedirles su intervención en el guirigay de Prisa. Según algunas fuentes les piden que se pongan del lado del gobierno para descabalgar a Ourghoulian y tomar el control de la compañía o Telefónica rompía con Vivendi.

Las otras fuentes, lo ‘venden’ en positivo: si Vivendi aporta su 12% de Prisa para facilitar el control de la compañía, Telefónica abriría la puerta para una alianza estratégica con Movistar Plus.

En ambos casos el gobierno utiliza una empresa supuestamente privada para presionar a otra empresa supuestamente privada para que realice operaciones que son de interés del gobierno y no necesariamente de las empresas implicadas. O sea, mafia.

Oughourlian llega a comparar esta forma de hacer con el franquismo. Probablemente no ajustada porque durante el franquismo las grandes empresas eran públicas, controladas abiertamente por el gobierno no mediante complejos instrumentos, promesas y presiones cuando apenas controlas oficialmente el 10% del capital.

Y esto probablemente no es sino es sino el anticipo de un intervencionismo empresarial muy preocupante. Quizás revanchista. Porque mucho Ibex rindió pleitesía anticipada a Feijóo antes de las elecciones de julio de 2023. Y el ‘cambiacolchones’ ni olvida ni perdona. Muchos miran a Ferrovial con cierta envidia.

Quizás anticipó el capitalismo de amiguetes a lo Torrente. O simplemente marcó una sana distancia frente a un personaje que entiende el poder de manera expansiva y cuyo narcisismo le hace incompatible con la sana crítica.

Muy peligroso para la convivencia, la democracia y la gobernanza empresarial.

Luis Losada Pescador (Actuall.com)

Categorizado en:

Política,

Última Actualización: 17/03/2025

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