Con la Ley en la mano la vicepresidente en funciones, Yolanda Díaz, se ha reunido públicamente con un prófugo de la Justicia carente de inmunidad, resultando cómplice de la situación al margen de la legalidad.
El Parlamento Europeo retiró la inmunidad a Carlos Puigdemont para poder ser juzgado, y la aquiescencia de la vicepresidente la implica en el proceso penal por encima de la decisión judicial, ergo, al margen de la ley.
La Ley Española que está para cumplirla a pesar de las múltiples sospechas criminales en torno a Pedro Sánchez y cómplices de tropelías, traspasando permanentemente las líneas rojas de lo legal, establece que la ministra en funciones Yolanda Díaz debe ser puesta de inmediato a disposición judicial por incumplir los Artículos 463, 464, 465, 466 del Código Penal, además de Pena de inhabilitación para cargo público durante 4 años, y al ser reincidente pena de cárcel de 4 a 6 años por colaboración con un prófugo de la Justicia.
¿Se imaginan a Zapatero recibiendo a los etarras que asesinaron a Isaías Carrasco en La Moncloa para felicitarles por la acción armada que le puso en bandeja otra legislatura, previamente perdida, por la que pidió a micrófono supuestamente cerrado «tensión»? ¿Se imaginan a Yolanda Díaz dando por bueno el golpe de estado del 2017 ocupando una vicepresidencia? Es lo que hay.
La Ley está para cumplirla a pesar del sátrapa, lastre sucio de la democracia, Pedro Sánchez. Luego no se quejen si alguien con rango influyente se pasa la ley por el saco y hace lo que le viene en gana para motivar otro aspecto institucional en España.
Si la Ley no se cumple y no existe orden establecido, corremos el riesgo de que cada cuál decida en consecuencia ante la falta del árbitro necesario del Poder Judicial al margen de la componenda política.
ÑTV España
