El fin de semana VOX presentaba en el Auditorio Municipal de Tarrasa a los 80 candidatos que se presentan en las próximas municipales. Lleno hasta la bandera. Tarrasa, antiguo feudo del PSC en el que alcaldes como Manel Royes o Pere Navarro sentaron sus reales durante años y ahora gobernada por Jordi Ballart, de la coalición izquierdosa Tot per Terrassa. Ballart lleva viviendo del ayuntamiento desde el año 2005, lo que ya es vivir.

Digo esto para que vean que lo de feudo no es retórica. Pero Tarrasa también es un lugar en el que la problemática con la islamización que se vive en España, y en Cataluña singularmente, es más profunda. Añadan el aumento de las ocupaciones de viviendas y el incremento en el índice de delitos.

Tarrasa figura entre las veinte ciudades más inseguras de España. Según una encuesta, tres de cada cien viviendas o locales protegidos por alarmas fueron víctimas de robo o de un intento de este.

Fue en esa ciudad con barrios terriblemente afectados por los males que azotan a nuestra sociedad como Can Anglada donde el partido de Abascal quiso presentar a sus candidatos. No es casual.

La persona que encabeza la lista de VOX en dicha ciudad es Alicia Tomás, currante desde jovencísima —que todavía lo es —, estilista con negocio propio, madre de familia numerosa, comprometida con su ciudad y sus gentes hasta el punto de que es habitual verla visitando los barrios más inseguros, metiéndose en los rincones en los que nadie, y menos el Ayuntamiento, quiere entrar, visitando personas mayores a las que nadie ayuda, echando un cable aquí, dando esperanza allá, haciendo, en fin, lo que se espera de quien aspira a gobernar desde la humanidad, la verdad y la justicia.

La conozco y puedo asegurar que es así. Esta mujer no se cansa, no ceja, no cede, no claudica y desconoce la palabra miedo. La hemos visto caminar con paso firme y sosegado por las calles de su ciudad seguida de una horda de cupaires que la insultaban e intentaban amedrentarla sin el menor éxito. Un escrache en toda la regla mientras los policías municipales se limitaban a poner caritas y aconsejarle que, mujer, quizás sería mejor ir por otro sitio.

La hemos visto resistir ante el acoso institucional que el Ayuntamiento lleva a cabo contra de su persona interponiéndole querellas infundadas simplemente por decir la verdad. La hemos visto cargada de folletos con la gente de su equipo en diferentes paradas de VOX, siempre a pie de calle, hablando, hablando, hablando y, mucho mejor todavía, escuchando.

Sale a ganar, como el resto de sus compañeros, sale a cambiar las cosas para la mayoría de la gente, la que está harta de la fiesta continua de los señoritos de la política.

Sale a defender a los más desfavorecidos sin necesidad de cuotas ni odios porque ha llegado a donde está por sus propios méritos. Y es catalana. Y es española. Y es mujer. Y tiene una noción de justicia social infinitamente mayor que los de la paguita.

Y, añado, ha venido para quedarse.

Miquel Jimenez (La Gaceta)

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Última Actualización: 13/06/2024

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