¡Bienaventurados, en verdad,
los que ignoran
y si es de reír, ríen,
y si es de llorar, lloran
con la simplicidad
de su santa ignorancia!

¡Solo anhelo ser siempre
en mis dichas y males,
y vivir la tristeza
de los días iguales,
como si el alma hubiera
retornado a la infancia!

Mucho ánimo.

 

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Humanidad,

Última Actualización: 31/10/2024

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