Calurosa es la noche y desespero
en este calor que parece lava.
Fatigada, el calor que me hace esclava
y dentro de este cruel infierno muero.
Busco el frescor de un profundo agujero
en esa alameda frondosa y brava.
Pero el calor, mi fuerza la socava,
desesperada busco abaniquero.
La luna me sonríe socarrona,
sin saber que cruel, es este castigo,
porque hasta el alma tengo yo bañada.
Feliz descanso y mucho ánimo.