Baila, bailarina, danza,
danza, sin parar….
jugaba siendo pequeña,
y no paraba de bailar.
Jugaba siendo pequeña,
a bailar bajo la luna,
creció bailando en las nubes,
con la ilusión como cuna.
Creció creyéndose cisne
y bailaba a todas horas
creció bailando la música,
que le tocaban las olas.
Bajó un día de su nube,
para pisar sobre el suelo
y vio que no era bailarina,
y ya no tocaba el cielo.
Quiso morir de tristeza,
quiso morir de dolor
quiso elevar un rezo,
que le llegase hasta Dios.
Pidió aprender a volar,
a bailar como antes danzaba
y Dios le tocó con el don,
con el que ella soñaba.
Baila, baila sin parar,
baila, baila a todas horas
baila al compás de la música,
que te regalan las olas.
Baila, bailarina,
baila y danza sin parar,
baila, que ya eres un cisne
y ahora sabes bailar…
Feliz tarde y mucho ánimo.