Y de pronto la vida te detiene,
te «sienta» porque quiere hablarte
y no le hiciste caso… y te habla.

Te recuerda cosas,
que tal vez habías olvidado,
te abraza… y en ese abrazo,
te recuerda,
que solo viniste a vivir,
no a luchar,
ni a ganar,
ni a saldar,
ninguna deuda…
¡ Sólo a vivir !

Feliz tarde y mucho ánimo.

Categorizado en:

Humanidad,

Última Actualización: 02/02/2024

Etiquetado en: