En una de las dos manifestaciones habidas hoy, día 12, en Madrid, que han sido pacíficas como todas las anteriores, y que así lo seguirán siendo las siguientes siempre que algunos policías o infiltrados no se opongan a esta voluntad serena y firme de los manifestantes, he visto escrita en un papel, adherido al canalón de una fachada, la siguiente sátira anónima que reproduzco aquí por si su actualidad la hace publicable:

Toda España está en un ¡ay!
y a punto de un guirigay.

Bien se saben los motivos
de este mal, que aspira a eterno,
pues por culpa del Gobierno
está España sin latidos.

Compradas por el felón
y moviéndose a su son,
se han quedado sin razones
las viles instituciones.

Todo es corrupto país
y todos corruptos son;
ladrones chisgarabís
los que llevan la nación.

Venales, degenerados,
mafiosos y chantajistas
conviven con periodistas,
militares y togados,
y el insoportable hedor
que todos ellos provocan,
causan al país dolor
y a la protesta convocan.

Todos al Sánchez apuntan,
Se quejan del Sánchez todos,
día a día se preguntan
cómo acabaremos todos
por culpa de este tramposo
con aire de chulo huero
y corazón de raposo,
que se vanagloria, pero
a poco que Dios ayude
y el descontento no mude
tendrá su juicio severo
y a prisión irá el primero.

Lo que está claro, señores,
es que nos saca el dinero,
para dárselo a traidores,
anglos, financieros, soros,
y sobre todo a los moros.

Ya está bien de ventajeros,
falsos adoctrinadores,
millones de consejeros,
tarados con ministerio.

Ya está bien, que a nadie agrada
ver a gentes sin criterio,
carentes de patriotismo
-de todo espíritu recto-
y reos de socialismo,
arrastrarse por lo abyecto;
y junto al separatismo
y a un presidente patraña
ser la perdición de España.

Por mi parte, celebrar, de la mano de las pujantes y jubilosas protestas ciudadanas, el renacimiento del espíritu quevedesco -cuyo titular denunció amargamente en su tiempo el declive de la patria-, y añadir que ojalá la rebeldía popular no decaiga hasta ver a todos los malhechores que han depredado a la patria durante cuarenta y cinco años, encerrados en la cárcel y descontándoles de su peculio los latrocinios perpetrados al común.

La brecha se ha abierto. Hay que seguir ampliándola hasta destruir el Sistema que asfixia a España, la patria viva y unida que desean todos los españoles de bien.

Jesús Aguilar Marina (ÑTV España)

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Política,

Última Actualización: 13/06/2024

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