A la ministra de Pilar Alegría se le ha borrado el apellido, la sonrisa y la coartada al descubrirse que fue testigo y cómplice silente de una de las orgías del entonces ministro José Luis Abalos, hoy cesado e investigado por la ley.
La orgia de macarras con cargo público que bebieron hasta la zurrapa de las botellas de Johnnie Walker, por no imaginar otros consumos, sonó hasta en el campanario de la Iglesia porque el estruendo de rotura del mobiliario de la habitación en la que Abalos y sus compadres fornicaron con las señoras que les acompañaban, no fue discreto ni silencioso.
Ella no participó personalmente en la juerga de ropa interior entre el ministro , sus colegas y las prostitutas , pero supo lo que allí ocurrió esa noche y se cayó como las profesionales que acostumbran a ser mudas y ciegas.
Pilar Alegría, que por entonces era Delegada del gobierno, lo escuchó todo desde otra habitación y practico la omertá de los mafiosos, incluso hasta hace unas horas en las que se resistía a responder esa pregunta acusando a los periodistas de machistas como si una política por ser mujer no tuviera la obligación de decir verdad sobre los sucesos de aquella noche. Pero faltaba por hacerle la pregunta fundamental y se la hizo Marc Sala, presentador de La Hora de la 1
¿Por qué considera que es machista preguntarle dónde durmió esa noche… por ser mujer, y en cambio no lo es que los cargos socialistas acosan diariamente a Isabel Díaz Ayuso por la actividad profesional de su novio?
Bien por Marc Sala porque en Televisión Española es un riesgo hablar favorablemente de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, y ridículo espantoso por la banda gubernamental de opinión sincronizada.
Diego Armario