1- Este fin de semana, en uno de esos ardorosos mítines de consolación que hacen los socialistas gallegos, estaba Pedrito el amnistiador y de pronto el mandamás de de allí se viene arriba y le dice: Pedro, haz lo que tengas que hacer. A lo que el susodicho aludido luego contesta eufórico en su discurso: «Sacaremos los votos hasta debajo de las piedras».
Pues qué queréis que os diga…nunca fue un símil tan acertadamente bien traído, porque igual que hay que ponerse a cuatro patas para mirar debajo de las piedras, el aspirante a la presidencia nos ha dicho que no va a dudar un solo instante en ponerse a cuatro patas, con el culo en pompa (para solaz y regocijo placentero del independentismo separatista) a cambio del miserable puñado de votos que necesita.
2- Ya sabemos, Pedro Sánchez, que eso de ponerte de rodillas y someterte vergonzante a la voluntad de los enemigos de España es algo que al parecer disfrutas, porque de otra manera no se explica que no pares de hacerlo.
El inconveniente de ello es que cuando tú, el presidente del gobierno de España se baja los pantalones y se pone a cuatro patas, no es Pedro Sánchez el único que se humilla, no es el psicópata traidor el único que se deshonra. Contigo se degrada la nación que representas, contigo se afrenta y se deshonra al pueblo que deberías defender.
¡ Y no nos SALE de los mismísimos que lo sigas haciendo Pedro Sánchez! A buscar votos debajo de las piedras te vas a una de las saunas de tu suegro, pero no a gobernar España.
Conclusión: amigos, ¿ qué más se puede decir? Si es que ante tanta ignominia, ante tanta iniquidad; un día y otro y otro, así sin parar desde hace cinco años, se amilana el espíritu, flaquea la voluntad y se resquebraja el alma.
Porque vemos cómo vamos cayendo, paso a paso, en un pozo oscuro del que no hay salida porque en la piel y en el pecho se va acumulando cada vez más agobio y desolación. Ojalá nunca llegues Pedro Sánchez a esa gota que colma el vaso, porque si algo nos enseña la Historia es que todos los pueblos tienen un límite.
Y la verdad es que no hay nada mejor que poder vivir en paz.
Hernan Perez Ramos (ÑTV España)