¿Se puede ser más miserable? Sí, se puede ser Pedro Sánchez. Él es la Cloaca Máxima de la política porque antes de ser vos quien sois ya era un albañal al que solo le faltaba controlar los resortes del Poder. Primero se hizo, condimentando los pucheros de unas primarias, con el liderazgo de esa piara que hocica en Ferraz, y después, Rajoy y sus bandoleros de Génova le entregaron el pinzote del corsario porque el botín de Gürtel y de Púnica le reventó al PP la línea de flotación en la charca del Congreso.
Así llegó al Poder la Cloaca Máxima de la pútrida política española. Así se produjo la alternancia entre los ladrones de Gürtel y Púnica y los forajidos de los ERE,s de Andalucía a los que, aún hoy, los flamencos del PP les miman la próstata por las mismas razones humanitarias que les llevaron a abrirle la jaula al hijoputa de Bolinaga.
Así se produjo la alternancia democrática para que el Tito Berni, sus chulos y sus proxenetas pusieran un burdel, un narcopiso de lujo y una almoneda de chanchullos y apaños entre Daoiz y Velarde, que es como los madrileños bautizaron a los leones de Las Cortes allá en los tiempos en los que en España había decoro y dignidad y a los traidores y a los ladrones se les daba garrote, a los primeros en el pescuezo y a los segundos en el lomo.
¡Cuánto hemos progresado, carajo!, hoy a los felones les hacemos presidentes del Gobierno, de la Generalitat o de lo que sea, y les indultamos cuando algún juez se pone quisquilloso con ellos, y a los ladrones les damos masaje prostático.
Así llegó al Poder Pedro Sánchez, así permanece en él y así amenaza con revalidarlo en una España que apesta, en una España calcinada en su presente, abortada en su futuro e incendiada en su pasado. Una España que debe lo que no tiene, que se ha gastado lo que aún no ha ganado, que malvive con lo que produce, que mendiga en los circuitos de la usura financiera internacional y que da limosna al mendicante, con la única sine qua non de que el suplicante no sea español nativo.
Esa es la España de la Cloaca Máxima, la España que Pedro Sánchez nos ofrece envuelta, eso sí, en el tul de sus mentiras y maquillada como una puta vieja para ocultar sus arrugas y las huellas de la sífilis. Esa es la España que esconden los cosméticos y los afeites de Pedro Sánchez, la España llena de pústulas que ya no grita “¡Tierra a la vista!” con el orgullo abrasándole el gaznate porque tiene el orgullo en el culo y el culo en pompa para quien lo quiera tomar.
Esa es la España de la Cloaca Máxima de Pedro Sánchez.
Eduardo García Serrano (ÑTV España)