Supongamos. Soñemos. Sí, soñemos que esto que aquí se va a contar no ha sucedido todavía, pero podría suceder mañana. ¿Y si se puede reescribir el pasado por qué, con más razón, no vamos a poder escribir el futuro?. El pasado es lo que fue, el futuro es lo que todavía no es, pero puede serlo.
Me cuentan que en la Moncloa hay como un nerviosismo generalizado, dado que el Presidente Rodríguez Zapatero lleva más de una semana sin salir para nada de las dependencias familiares y sólo se ha dicho que «está enfermo, que tiene un gripazo».
Eso, oficialmente. Pero, los rumores hablan de otra cosa. Al parecer la noche que se supo que Eu-ropa había decidido intervenir España (junto con Portugal) el Presidente se hundió y se encerró en su despacho privado y se pasó más de 24 horas sin abrirle la puerta ni a su mujer ni a sus hijas, ni a nadie. Y sin contestar. Aunque se le oía hablar palabras ininteligibles. Al final tuvieron que forzar la cerradura y rescatarlo.
Claro que lo que se encontraron fue algo terrible. El Presidente se había quedado como agarrotado en la forma del «Pensador» de Rodin y resultaba imposible hacerle recuperar la figura normal. Pero, además seguía hablando como consigo mismo y repitiendo una y otra vez las mismas palabras: «¡No hay crisis, no hay crisis…! ¡Yo soy ZP! ¡Yo soy ZP!» Naturalmente, y en medio de un sigilo total, el equipo médico se puso en marcha y en menos de media hora ya había una primera reunión con dos de los mejores Psiquiatras de Madrid presentes. Porque aquello se vio enseguida que era cosa del cerebro.
Y se decidió trasladarlo en silla de ruedas y ambulancia cerrada al Clínico, el hospital más cercano a Moncloa, para hacerle todas las pruebas necesarias, empezando por un encefalograma.
Todo ello en el mayor secreto y dirigido por Rubalcaba y Pepiño Blanco. Y muy pronto los psiquiatras tuvieron un diagnóstico primero: el cerebro había sufrido un shock y se había paralizado fulminantemente, y por tanto tenía que quedar hospitalizado.
Y ahí comenzaron los problemas políticos. Mejor dicho: EL PROBLEMÓN. Porque en pleno Rescate de la Economía por parte de la Unión Europea España se quedaba sin Jefe de Gobierno, aunque provisionalmente allí estaba el Vicepresidente Primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, que quedó como Presidente en funciones.
Pero, esta no es toda la verdad. Porque la verdad completa es que estos hechos no sucedieron hace una semana ni dos, sino hace ya casi un año. Y en ese tiempo han pasado muchas cosas. La primera, que ante la situación del Presi- dente enfermo el Gobierno y el PSOE no tuvieron más reme- dio que adelantar las elecciones generales, puesto que ningún grupo con representación parlamentaria estuvo dispuesto a apoyar otra Investidura.
Que las elecciones se celebraron el 6 de diciembre del 2011 y que el PP barrió con una mayoría absoluta aplastante (206 diputados). El PSOE se quedó como tercera fuerza (con 63), pues la UDyP de Rosa Diez obtuvo 65. En cuanto al pobre Rodríguez Zapatero sólo cabe reseñar que tras permanecer dos meses en el Hospital, la familia, por consejo médico, decidió trasladarlo a una Residencia de León, ya que allí habían decidido vivir la mujer, Sonsoles, y las hijas.
La Residencia «Fray Luis de León», casi de lujo, que se había construido durante su primer mandato en la Moncloa, era un Centro de «recuperación de enfermos mentales» con todos los adelantos de la siquiatría. Zapatero ocupaba dos habitaciones unidas, aunque su estado no había cambiado y seguía en su postura física ya descrita, le tenían que alimentar con sondas y sufría un insomnio total.
Y sólo hablaba o canturreaba las mismas palabras de aquella primera noche cuando quedó impactado por la noticia de la Intervención de España: «¡No hay crisis, no hay crisis!… ¡Yo soy ZP, yo soy ZP!». Pobre hombre.”
Julio Merino (ÑTV España)