Si Santiago Abascal y Alberto Núñez Feijóo fueran personas decentes y buenos españoles, y tal como proclaman, pretenden servir a España y a los españoles, dejarían sus constantes rencillas y se pondrían manos a la obra para refundar y unificar a la derecha española.
Si Santiago Abascal y Alberto Núñez Feijóo fueran personas decentes y tal como proclaman, pretenden servir a España y a los españoles, irían a buscar a los españoles decentes, que haberlos haylos, a la empresa privada y es seguro que encontrarían a gente experta, exitosa, sobradamente preparada en la gestión de dineros ajenos, pues esa gente sobradamente capacitada no está en estos momentos en la política, ni está en el PP, ni está en VOX, pues los españoles decentes, con principios, no pretenden hacer carrera en la política y menos hacerse de un patrimonio, hacer fortuna, a costa de los dineros de los españoles, los españoles decentes no tienen como objetivo servirse de los españoles, parasitar de nuestros impuestos.
Si Santiago Abascal y Alberto Núñez Feijóo fueran personas decentes y tal como acostrumbran a decir ambos, pretenden servir a España y a los españoles, como también lo hacen sus más próximos colaboradores, sus hooligans y todos los que corean sus eslóganes; si lo que los mueve es el amor a España y el servicio a los españoles; deberían apartarse y hacerle un último servicio a España: Convocar a una gran coalición a los españoles sabios, con capacidad, con méritos demostrados, con experiencia en la gestión de dineros ajenos que no tengan intención de hacer carrera en la política y menos labrarse un patrimonio, qué, insisto, haberlos haylos.
Si Santiago Abascal y Alberto Núñez Feijóo fueran personas decentes y tal como afirman constantemente pretenden servir a España y a los españoles, deberían apartarse, y apartar también a todos sus correligionarios, a todos sus oligarcas y caciques, a todos los que forman parte del entramado que ambos dirigen y que, de una manera u otra funcionan como cárteles mafiosos, tratando de conservar o acrecentar su capacidad de influencia mediante el control de territorios y cuotas en las diversas instituciones, para saquear a los españoles y parasitar de la gente productiva, mientras subvencionan y subsidian a gente improductiva, paniaguados, para comprar y conservar su apoyo en los sucesivos comicios que se convocan periódicamente en España.
Pero, antes de apartarse, Núñez Feijóo y Abascal deberían convocar también a los funcionarios decentes que, también haberlos haylos, aquellos que, además de ganarse el pan con el sudor de su frente, también tienen espíritu de servicio a los ciudadanos.
La única forma de vencer a quienes pretenden destruir España, la única forma de desalojar del poder a los socialistas, comunistas, separatistas y filo-etarras, para poner en marcha a continuación una forma de hacer política distinta es crear un BLOQUE DE DERECHAS.
Es imprescindible refundar la derecha y agrupar a todos los españoles decentes en una sola agrupación política para que, en las próximas elecciones generales, regionales y municipales haya una única candidatura de derechas, y los únicos con capacidad para que ese bloque se cree y consolide sois vosotros, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal Conde… pero, perdonad que sea insistente: hacedlo cuanto antes, convenced a vuestros más cercanos colaboradores, también a los menos cercanos, y después dad un paso al lado para que sean españoles sabios y decentes los que tomen las riendas.
Así que, Alberto y Santiago, hacedle un último servicio a España y a los españoles, promoved cuanto antes ese congreso de unificación de la derecha española, comenzad a empujar para que la derecha española acabe refundándose en un solo BLOQUE DE DERECHAS y haya una única candidatura de derechas en las próximas elecciones generales.
Si de veras, tal como proclamáis sin cesar a ambos os empuja el amor a España y el deseo de servir a los españoles, dad ya el paso, de nosotros depende, y si es preciso, pasando por encima de quien se oponga.
Pues, ánimo y para delante, sin dilaciones… mañana ya es tarde.
Carlos Aurelio Caldito (ÑTV España)