¿Y qué? Eso es lo que Feijoo debería responder a Sánchez. A ese Sánchez que está destruyendo la Constitución y va camino de acabar con España, y que se permite acusar a Feijoo de atreverse a pactar con la ultraderecha. Sánchez ha retomado con fuerza ese mismo chantaje demagógico, presuntamente intelectual y moral que viene haciendo la izquierda desde siempre y que parecía que Felipe González había conseguido frenar en su PSOE.
El PP no debe achicarse. Debería saber responder ante el “insulto” de franquista con el epíteto de comunista o marxista, ya que detrás de estos se encuentran los 30 regímenes más criminales de la historia del mundo. España se libró de ser uno de ellos porque Franco ganó la Guerra Civil.
¿O acaso no tenemos hoy suficiente, con todos los datos existentes sobre las matanzas que se produjeron en el lado rojo, para entender por dónde hubiera ido la política española de ganar el lado marxista? ¿No tenemos también el ejemplo de lo que ocurrió en los países del Este de Europa y después en nuestros países hermanos Cuba y Venezuela?
La Constitución se basó en la Reconciliación y no cabe aceptar lecciones de convivencia democrática de quien ha tirado por tierra esa transición aprobando las Leyes de Memoria Histórica y Democrática y se niega a derogarlas.
Feijoo debería decirle a Sánchez que el PP afirma el Estado de Derecho, y que propone regresar a que la elección del Consejo General del Poder Judicial se realice, como se hizo al principio de nuestra Constitución, permitiendo que doce de sus miembros sean elegidos por los miembros del Poder Judicial, “entre Jueces y Magistrados de todas las categorías judiciales” y, que solo los restantes ocho lo serían por el Congreso y Senado. No debe importarle al PP reconocer que Aznar y Rajoy se equivocaron cuando, con sus mayorías absolutas, no regresaron a esa situación que en 1985 habían modificado González y Guerra.
También debería recordarle que el PP propugna dejar totalmente claro que la soberanía del pueblo español en su conjunto es el elemento clave de nuestra democracia, como dice el artículo 1 de la CE, y que no debe bajo ningún concepto fragmentarse en 17 soberanías autonómicas y decirle a Sánchez que si esto es ser de ultraderecha el PP lo es también.
Asimismo, le debería decir que “la Constitución se fundamenta en la unidad indisoluble de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles” (Art 2 CE), sea eso de ultraderecha o no.
Y por supuesto debe recordarle a Sánchez el papel del castellano como lengua común y propia de todos los españoles como establece el artículo 3CE y, por si el joven Sánchez no lo recuerda, decirle que el articulo 50 de la Constitución de la República de 1931, establecía que “Las regiones autónomas podrán organizar la enseñanza en sus lenguas respectivas, de acuerdo con las facultades que se concedan en sus Estatutos.
Es obligatorio el estudio de la lengua castellana, y ésta se usará también como instrumento de enseñanza en todos los centros de instrucción primaria y secundaria de las regiones autónomas. El Estado podrá mantener o crear en ellas instituciones docentes de todos los grados en el idioma oficial de la República. El Estado ejercerá la suprema inspección en todo el territorio nacional para asegurar el cumplimiento de las disposiciones contenidas en este artículo”
Igualmente, aunque Sánchez y otros consideren que es sea una posición de ultraderecha, debería decirle que el PP considera que La política exterior es competencia exclusiva del gobierno de la nación por lo que todas las representaciones en el extranjero deben estar sometidas a las correspondientes embajadas de España, tanto en sus actividades como en los símbolos que ostentan.
¿Qué posibilidades hay de que Feijoo le lleve a Sánchez propuestas de este tipo? No muchas, porque reiteradamente el PP de Génova ha eludido tomar posición explícita sobre estos temas, tal vez para evitar que los ciudadanos piensen que el PP es de ultraderecha.
Feijoo tiene la oportunidad de asumir una estrategia firme ante Sánchez y decirle: “si Ud. considera que todas las posiciones anteriores son posiciones de ultraderecha, nosotros, el PP que yo presido, somos también de ultraderecha”. ¿Se lo dirá o no?
Enrique Sánchez Motos (ÑTV España)