La verdadera historia refleja la realidad que los verdugos universales pretenden tergiversar. La izquierda más hipócrita es la lacra del mundo por mucho que se denominen progresistas, en realidad siempre un paso por delante en la carencia de escrúpulos y la inanidad moral. El fascismo, el nacionalsocialismo nació del mismo dañino socialismo radical que hipócritamente adjudican a los demás.
A propósito de segunda vuelta de las elecciones de Francia, se me quedó en el tintero por falta de tiempo-es apabullante el desfile de noticias en estos tiempos pre apocalípticos que vivimos, si no inmersos en el Apocalipsis con Satanás desatado sobre la tierra-las impresiones nauseabundas que me causó la actuación hipócrita de la izquierda radical; la que no sólo en España amenaza con el conflicto civil en caso de que el adversario político le gane las elecciones.
Y a Jean Luc Mélenchon, la minoría que Francia aborrece, se suma ese artificio mezquino del centro-fascista que desempeña el histriónico y muy peligroso Macron que llamó a una alerta antifascista, del mismo modo que se condujo el miserable Pablo Iglesias cuando el PP y VOX sumaron suficientes votos en Andalucía como para desparasitar la carroña del PSOE, cuya mugre destructiva permanecía desde hacía 40 años con una red clientelar política de corrupción que ahora el sectario Tribunal Constitucional del mancha togas Pumpido se dispone a indultar.
Y no es de extrañar las actitudes maliciosas de esa ultraizquierda amoral y sucia pues se organiza a nivel mundial siguiendo como un manual los postulados marxistas y estalinistas, con Gramsci como gurú destacado, de las técnicas de manipulación social.
Así se frenó la llegada al poder por selección democrática de Marine Le Pen y su Agrupación Nacional, con la misma pinza de cordón sanitario que implementan cuando, como parásitos recurrentes de mal perder, ven peligrar la preminencia desde la que saquean los recursos del Estado.
Cuesta creer que llegue ninguno a actuar inspirado por un noble propósito de evitar la llegada de la ultraderecha a un gobierno, cuando España y Francia han tenido una alternancia política durante décadas sólo radicalizada por la tramposa calificación del adversario político para demonizarlo y pretextar todo tipo de juego sucio contra él.
Mélenchon pierde pero gobierna. La repugnancia hipócrita de estos demonios prestos al engaño con sus alegrías por ganar la segunda vuelta después de haber quemado las calles con las protestas, demuestra que no hay límite moral para estos forajidos que luego dan por legítima la victoria en contra de la verdadera voluntad del pueblo.
Porque lo cierto es que entre las amenazas de esta unificación del frente de la siniestra porqueriza y el propio sistema electoral francés que permite reacciones a contra natura democrática con el control artificioso de las elecciones en segunda vuelta, la victoria ha sido arrebatad a su legítimo ganador y los franceses hartos de Macron.
Tras la trampa, un exaltado mediocre como Mélenchon se dispone a gobernar Francia sin méritos electorales, tal y como sucedió con los podemitas y la Izquierda Hundida que llegaron a tener ministerios cuando la mayoría de los ciudadanos los aborrecían. Tal era la conveniencia del engañador profesional Sánchez que además tampoco dudó en pactar con ETA.
En España, mediante fraude electoral con la evidencia de Indra tomada por el sectarismo sanchista, después de una apabullante victoria en las Municipales, VOX se vio relegada inexplicablemente unos meses después a la zaga de la competencia política, de la manera más sospechosa y extraña que ya es habitual en las fullerías del delincuente de La Moncloa.
Y aquí sigue sin pasar nada con el aborrecido tramposo en el gobierno que maneja como un capo de la mafia, quizá, seamos francos, porque la democracia se sirvió en bandeja de corruptos no siendo España consciente de la diferencia entre libertinaje y libertad, siendo el libertinaje la patente de corso política para que mayormente el PSOE haya practicado el sabotaje contra el Estado de Derecho; primero en dosis ponderadas para no levantar la liebre antes de tiempo, cuando ahora ya actúa como una organización criminal incluso confrontando contra la Justicia imparcial que aún mantiene el pulso en defensa de los derechos elementales del ciudadano de a pie frente a los gigantes criminales devenidos de la política basura que tan bien encarna el gobierno en pleno y sus secuaces.
Cuando la siniestra de este siglo XXI con Satanás desatado sobre la tierra-no es casualidad que desde el criterio holístico tanta hipocresía satánica provenga del renacer de una lacra que llegó a ser vencida en el siglo XX-no gana las elecciones suciamente por el despertar del pueblo que ha calado sus artimañas inmundas, es entonces cuando incendian las calles y buscan la turbas ignorantes y enfurecidas para desequilibrar la balanza templada de la paz.
Si se salen con la suya, los payasos del averno se felicitan de lo democráticos que son y se congratulan de que impere el sentido común de sus putrefactas superioridades morales; pero si el pueblo los expulsa, se enganchan como carroña al poder y acuden a la llamada del conflicto civil y la eliminación del adversario político.
Y en estas llega el atentado contra Donald Trump en Pensilvania-que las furcios y furcias de Lo País denominan aparente atentado, a lo suyo prostituidos en cuerpo y alma, sin decencia profesional y personal, el muy putiferio untado de la desinformación sin escrúpulos, hijos vendidos de Satanás-.
Puede que los demócratas sean sinceros a la hora de condenar el atentado, pero también cabe la duda. Intento de asesinato de Trump en el aniversario del asesinato de Calvo Sotelo en la España de 1936, después de salvar todo tipo de obstaculizaciones, juego sucio, tretas que han conspirado desde la izquierda más vendida al Diablo-no sólo en España cuecen habas en los calderos del infierno-cuando se aproxima su posible victoria electoral para dar en el hocico a la Bestia supremacista, globalista, siniestra, marxista y estalinista del siglo XXI, contraviniendo los planes de tantos depredadores agazapados tras la ambición de un control planetario.
Pues no duden de que detrás del lobo solitario hay una expectante manada de cancerberos guardando las espaldas del Diablo mundial. La izquierda demagógica, manipuladora, hipócrita y tramposa con instrumentalización del Mal en todas las codicias que se ciernen contra el mundo es el discipulado de Satanás: la cizaña que será quemada y separada del trigo que aprovecha.
La lucha del Bien contra el mal, el definitivo y resolutivo Armagedón está cerca. Sólo hay que observar la rabia de estos engendros del averno para saber que harán de todo para al final perder.
Es el destino del comunismo y el denominado nuevo orden mundial. El polvo al polvo, y no será que no están dispuestos a todo para intentar evitar el destino de la derrota.
Vanidad de vanidades y todo vanidad…
ÑTV España