
Las estrellas se soltaron
de ese manto abrillantado,
se posaron en mis manos
al pedirle a Dios un milagro.
Se volvieron luciérnagas traviesas,
que volaron hacia tu ventana
para iluminar tus oscuros sueños,
cuando crees perderme en ellos.
Feliz descanso y mucho ánimo.