Mi cuerpo responde a la música
con amor,
con entrega
con voluntad.
Se transforma en mi palabra
en mis deseos,
en mis sueños;
el sonido me envuelve
la música suena, yo vibro.
Me trasporta,
me transforma y vivo.
Mi oído escucha
mi corazón palpita
el alma despierta.
Mi cuerpo cobra nuevamente vida y
¡se mueve!..
Feliz tarde y mucho ánimo.