Lunes que, a rienda tendida,
vas del Martes empujado,
¡cuántas veces te he fiado
la corrección de mi vida!
-¡Te vas! ¡La dejas sumida
en dudas desgarradoras!.
Pero, al fin,
algo mejoras mi condición,
pues hoy siento
más vivo el remordimiento,
de haber perdido tus horas.
Feliz tarde y mucho ánimo.