¡Danza conmigo!
¡Te invito a bailar!
déjate llevar por las notas
que de la orquesta salen.
Baila, sigue bailando,
no pierdas el compás.
Deja que la música
marque el compás,
que la armonía de sus notas
despierten en ti.
Feliz tarde y mucho ánimo.