Soporífero y maniqueo, inane y petardo, monótono y reaccionario postmodernismo feminista, sermoneando a todas horas( despótico catecismo coñocrático), de todas las maneras, en todos ( da igual su etiqueta «ideológica») los mass mierda ( qué decir de los boletines parroquiales de la progresía sindical de caviar y langosta: a las mariscadas, entonces, bravíos camaradas). Progretarias. Femibolches, feminazi. Femimierdas, mejor, tal vez. Mientras, masas deliberadamente lobotomizadas, aleladas, huecas, amaestradas ( la farsa covid, top), histerizadas. Masas cual chuchos pavlovianos, pues.
Ofendiditas profesionales
Infectando artificialmente las relaciones entre hombre y mujer, introduciendo debates de parvulitos, a la vez que se neutraliza a la kafkiana izquierda (supuestamente) anti-imperialista y anti-globalista, perdida absoluta y alocadamente en la basura de los identitarismos de género, el multiculturalismo y la diversidad sexual. Y todo ello con su impagable glosario de payasadas postmodernas ( deconstrucción masculina, masculinidad tóxica, espacios seguros no mixtos, heteropatriarcado, empoderamiento sororidad, heteronormatividad, privilegios masculinos, cisgénero, lenguaje inclusivo, techo de cristal, brecha salarial, “mansplaning”, perspectiva de género, masculinidad hegemónica, cultura de la violación, “hermana yo si te creo”…). Y larguísimo etcétera verborrágico de este Kukluxklan de fascistodes pijas femibolches, inagotable caterva de “ofendidas profesionales”.
El sobadísimo patriarcado pues usado como coartada fragmentaria, como el romano “divide et impera”. Mientras, el hombre ( blanco y heterosexual, top), expía sus pecados “machistas”, mientras se va deconstruyendo bajo juramento coñocrático o, en el ínterin, da comienzo a una suerte de catarsis «transformadora» según el ritual femi-masónico, pura reeducación comunista. La masculinidad, profunda y casi incurable patología que necesita una terapia. Y ellas, las machirulas del femifascismo, te la van a proporcionar.
Feminismo, tumor, metástasis
Feminismo, intolerancia y fanatismo, supremacismo y dogmatismo, majadería y salvajismo, opresión y sexismo, impunidad y locura, puritanismo y censura, sobre todo al papel histórico ( biológico y cultural) jugado por parte del hombre (blanco heterosexual). Hienas y harpías, entre las Furias, las Valquirias o Medusa, salpimentado con el delirio de Medea, cristalizando todo ello en un feminismo totalitario y liberticida, revanchista y vengativo, impostura y falacia a partes iguales.
Feminismo, eficaz, muy eficaz herramienta de control social del Gran Leviatán y de fundaciones privadas de multimillonarios (Open Society, Rockefeller, Ford, Friedrich Ebert…) con sus recurrentes cruzadas (hibridando astutamente falsas banderas, psyops y cortinas de humo), momentos singularmente histéricos ( ora Juana Rivas, ora Rubiales), con su correspondientes y añejas técnicas maoístas como el acoso de la chusma, juicios públicos, asesinato social y excusas forzadas. Feminismo, victimismo, privilegios ( legales, preferentemente), fastuoso negocio y feraz industria ( mamandurrias y cuchipandas, chiringuitos y chochocharlas…), fundamentalista y hondamente inquisidor, cruel y despiadado.
Feminismo, donde se alían las agendas del nuevo orden capitalista, grandes «patrocinadores» billonarios y servicios secretos como la CIA ( y su miríada de filiales occidentales ) para ser utilizado como instrumento de fragmentación social. Como en el evo sesentero, utilizando títeres bajo control del FBI y la narcocriminal CIA ( y franquicias varias igual de liberticidas y narcotas, CNI por ejemplo), completamente manipulados ( y untados en tantos casos) en pro de los sórdidos y eugenésicos ( entre otros) intereses del imperio, provocando la división entre los más aguerridos ( tan masculino, como la “generosa” testosterona).
Gentuza con pintas como la demente Valerie Solanas (manifiesto SCUM), la repelente hembrista Andrea Dworkin, la troskista negra Angela Davis o la repugnante agente de la CIA Gloria Steinem ( a la sazón premio nieta del rey elefante 2021), modelos inspiradores hoy. Pues eso.
Luys Coleto (ÑTV España)
