Es un chiringuito, subvencionado con el dinero de todos los barceloneses, supuestamente creado para combatir el machismo y la llamada violencia de género, pero en el fondo es un centro de adoctrinamiento ideológico en donde se quiere acabar con la virilidad de varón y se busca su amaneramiento.
Según datos oficiales del propio ayuntamiento se han despilfarrado 1.248.073 euros para «la gestión del Servicio de Atención a Hombres para la promoción de relaciones no violentas con medidas de contratación pública sostenible». Se adjudicó por la Gerencia del Área de Derechos Sociales, Justicia Global, Feminismo y LGTBI hace unos meses.
El Centro de Masculinidades Plural del Consistorio de Barcelona lleva un año corrompiendo a los barceloneses. Cada hombre que acude no tiene que pagar nada.
Se trata de un servicio gratuito exclusivamente para el público masculino –aunque alguna chica sí ha participado de forma anecdótica en alguna sesión– en el que trabajan formas de comportarse «más respetuosos en la prevención de violencias machistas».
ÑTV España