Hablemos de Golpes a los Estados de Derecho o Torcidos Dicen los entendidos, con mentes privilegiadas, que hubo una vez, allá por 1936, unos militares sádicos, prepotentes, criminales y tiranos, que dieron un “Golpe” a un Estado de Desecho, muy democrático él.

Y mencionan, que fue el año 1.936, allá por el 17 o 18 de julio, pero esta caterva de indocumentados, bribones, vengadores, ateos, profanadoras, yihadistas talibanes y sus amiguetes afines, con el separatismo como bandera y el crimen sangriento organizado a sus espaldas, así lo han enseñado en calle, periódicos del pesebre, en las escuelas y en todos sitios, para que los incautos caigan en la trampa y en sus redes, mienten sobre la realidad de aquellos aciagos tiempos en que buscaron el exterminio de media España que estuvo obligada a defenderse de las hordas frentepopulistas que atentaban contra la propia República de no ganar en las urnas.

Estos ignorantes de mentes secas y malolientes no se equivocan en la década que fue los años 30 del pasado siglo, pero su memoria es tan parca, frágil e insolente que se hacen un verdadero lio con los años, los meses y los días; pero mira por dónde, estoy yo aquí para recordárselo.

Llamemos a las cosas por su nombre y adjetivemos a los personajillos, por sus hechos. Me explico:

Corría el año de desgracia de 1931, cuando unos listos, hartos de soportar la Dictablanda de Don Miguel Primo de Rivera, quisieron dar un cambio de 180º, para que todos ellos se beneficiaran del crimen consentido;  bestias corrupias y no me equivoco en llamarles así, pues se denomina a una “Fiera Corrupia”, como a un animal mitológico de aspecto horrible, deforme y amenazador, aunque aquí y en este caso, sobre lo de mitológico, pues es real y actual. Estos personajillos diabólicos se juntaron y se pusieron en marcha, para fundar un comunismo muy democrático, como son todos los comunismos.

Así pues se pusieron manos a la obra y consiguieron construir un Estrado de “Derecho”, sin derechos al que llamaron la II República Bolchevique. Y esa “magna” obra se aprobó, se firmó y salió a ejercer sus derechos el 14 de Abril de 1931.

Y nada más comenzar su singladura, impusieron sus normas, que no eran para todos, sino para los integrantes y amiguetes de la tal República Bananera y sangrienta. Así pues, se hicieron los amos, se armaron y empezó su maravillosa democracia a pulular por las calles y rincones de España, con un cuaderno de ruta muy democrático él:

– Si ibas a Misa, te pegaban un tiro en la nuca y por la espalda, como hacen los traidores. Eso sí muy democráticamente.

– Si eras católico, conservador y de familia tradicional y patriota español, tus días estaban contados.

– Si al pasar por estos grupos de “mesurados” individuos y les saludabas diciéndoles “Adiós”, en lugar de “Salud”, se te alojaba un trozo de plomo en tu cabeza.

– Luego había que aligerar las Iglesias, Monasterios y Catedrales, para que ellos robaran todo lo que tenía valor y sacar a las figuras sagradas, junto con los cuerpos sepultados, ponerlos en la entrada de los templos y practicar el tiro al “pato”.

Todo ello muy democrático, pudiendo participar aquellos que quisieran practicar el tiro contra un Cristo crucificado, una imagen de una Virgen, de un Santo o de un obispo sacado de su sepultura.

El caso era practicar. Una actuación muy propia de aguerridos valientes.

– También, les gustaba hacer fogatas, mejor dicho hogueras, para calentarse y que todos se reunieran a su alrededor, para cantar y pasar un día de asueto, junto a sus amistades más íntimas y queridas.

Para ello había que quemar algo, como libros y más libros e incluso incunables que ardían mejor y durante más tiempo. De ahí el dicho de que la izquierda es muy culta, pues el humo de las letras les empapó el cerebro.

– Si pasabas delante de estos demócratas y les caías mal o rechazabas un trago de buen vino, puño en alto, celebrando la Fiesta moscovita y voceando cagándose en Dios, la Virgen o la Bandera roja y gualda, pues eras pasto de esos descerebrados que la cogían contigo y te apaleaban sin piedad, hasta que tu corazón dejara de latir.

Pasaron los meses, pasaron los años, hasta cinco largos años, siguiendo todo así, con un clamor en las calles, ya que los dueños y “señores” de las ciudades iban y venían con el fusil en ristre, el cuchillo en la correa y la antorcha preparada, para la quema de conventos, iglesias, bibliotecas o todo aquello que significaba tradición y españolidad, disfrutando alegremente de su libertad, solo la suya, porque tu eras la pieza a batir.

Y hartos de tanta ignominia democrática, algunos generales protestaron y el más contumaz fue el General Mola, que fue preparando “El Golpe” ante una España tan democrática por la que caían miles de españoles que no eran de su partida.

Bien, pues a esto en esa Historia Comunista, se les llamó el Estado de Derecho y la gran Democracia y empezaron a tomar cartas en el asunto los militare a los que no les gustaba tanta democracia… tan criminalmente rara.

Y claro hubo una “Sublevación” y a esos militares y a un 50% de un pueblo díscolo, gritaron:

¡BASTA YA!

Y a todos esos que tomaron parte en el Bando Nacional, que enarbolaba la Enseña Nacional, el catolicismo, la familia y la justicia, los llamaron los “antidemócratas”, los troceadores de una democracia única en el mundo, la más justa del universo.

Pasados muchos años hubo otro Golpe, pero sin llegar a sus consecuencias como tal. Fue un conato de Golpe. En pleno estado de “derecho” y en una época “sublime de democracia”, salida del Panfleto del 78. Fue cuando el monarca Juan Carlos, tan democrático él, tan trabajador y tan austero, pensó que el pueblo ya no le quería y el pobrecito se sentía mal, después de todo lo que había hecho por España. Así pues, se sirvió de unos militares afines, obedientes y leales y a un Guardia Civil Don Antonio Tejero, que sabían que no les fallarían y preparó el Golpe, sirviéndose de unos fieles servidores y que los utilizó como “Carne de cañón”, para beneficio propio.

Dos hombres y un destino salvar a su monarca y a España

Formando parte ellos de sus múltiples víctimas. Un hombre de honor y lealtad sobradas, pero el pobrecillo un incauto, que junto a otro incauto el General Don Jaime Milans, muy monárquico él, sirvieron de carnaza y cuando ya no los usó; por lealtad les cayó todo el peso de la “Ley” dando con sus huesos en la cárcel.

Con todo planeado, esperó y esperó para ver lo que decían las Capitanías, pero unas miraban a las otras y las otras a las unas y todas con las dudas, si tiraban para adelante, como hizo Don Jaime, poniendo los tanques en la calles o se quedaban acuarteladas.

Pasaron las horas y el Borbón en vista que no había unanimidad, salió a la palestra, con su vena “patriota”, cogió “la chuleta” y muy serio él, con absoluta pomposidad, hizo un pronunciamiento, de lo que los españolitos querían oír y lo oyeron, muchos hasta con entusiasmo gritando como desaforados por todas partes:

¡Viva el Rey, nuestro libertador, nuestro salvador, un inmenso patriota que ha acabo con el Golpe y ahora volvemos a la Democracia tan admirada en el mundo!

¡VIVA, VIVA Y MIL VECES VIVA NUESTRO REY, EL MEJOR DEL UNIVERSO! Gritaba la plebe feliz y entusiasta

Así consiguió arrinconar a su botones para todo, desprendiéndose de él, porque ya no le valía y debía  parecer el salvador de la Patria.

Sin embargo, ahora en tiempos de una maravillosa democracia arraigada no se considera Golpe de Estado, a un Presidente que detesta a España, la humilla, cercena su integridad, se hace valedor de separatistas y etarras, da todos los derechos a una Región española, propone al rey alauita, un tal Mohamed VI, la entrega de Ceuta, Melilla y las Islas Canarias, sin rubor, sin que se enrojezca esa carita y espíritu de rojo acanallado, ateo, profanador y talibán a tiempo total.

Así pues, en una maravillosa “Democracia”, como la que padecemos, cualquier tiparraco con unos votos, puede destruir una Patria directamente sin pasar por un Golpe de Estado.

Mientras esto está ocurriendo, tenemos a un monarca dormido y un  Ejército atrincherado en sus cuarteles, que no sale ni con aceite hirviendo y menos con agua ardiendo.

Y así va nuestra otrora amada Patria, sostenida por alfileres.

Disponemos de los mejores soldados del mundo, pero solo saben defender los intereses de los USA, que nos mandan a sus avisperos más insólitos, porque ellos abren las guerras, pero nunca las saben cerrar, si no es perdiendo.

Miguel Sánchez (ÑTV España)

Categorizado en:

Política,

Última Actualización: 29/08/2024

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