Lo he dicho y lo repito, la izquierda debería de ser expulsada a patadas de las instituciones y prohibir tanto sus partidos, sindicatos y asociaciones, como cualquier manifestación pública de sus seguidores. Los partidos socialistas y comunistas son partidos criminales y sus militantes y las gentes que les votan son tan responsables de la ruina y el crimen que encarnan, como ellos mismos.
El desastre moral, económico y social que padecemos es el resultado de un enorme plan bien diseñado por las ramas del árbol globalista con los apoyos de una izquierda, abortista, pedófila, criminal y ladrona, que está pulverizando la vieja Europa, arruinándola para convertirla en una «cosa» sin sentido patrio llena de gentes que se instalan aquí para lograr un plan diabólicamente ideado de sustitución poblacional, con el peligro que esto entraña al ser un cáncer que a través de entrada libre desde África por pateras, o directamente por vía aérea desde Hispanoamérica, se están cargando la idiosincrasia de las naciones convirtiéndolas en una suerte de desaparición a ritmo de reggaetón y chilabas.
Este es el futuro terrorífico que nos espera en todo el continente. Aquí en España la situación es peor si cabe y raya en el surrealismo. A la invasión de Marruecos, con fronteras abiertas, se une la barra libre para hispanos sin necesidad de visado para entrar y asentarse en nuestro país, siendo además tanto los moros como los hispanoamericanos los únicos que tienen descendientes nacidos aquí. Una invasión sorda y sistemática.
Con toda esta ruina provocada por un gobierno que facilita todas estas estrategias globalistas de destrucción nacional, llega ahora Sánchez para darse bombo mandando una carta a sus militantes con un mensaje que se puede resumir en esta basura: «Sí hemos conseguido este año tantos avances con viento en contra, veremos en el próximo lo mucho que conseguiremos con viento a favor» y el tío se queda tan ancho.
La vicepresidenta comunista, Yoli dice que este gobierno es el mejor de la democracia y desde luego para ella y toda la basura que lo componen es una verdad sin posible discusión.
«Antonio» reparte miseria en cheques regalo en año electoral y le da igual lo que tenga que seguir entregando durante este año a los terroristas vascos y catalanes. «Antonio» es, entre otras muchas cosas, un sinvergüenza. Su gobierno y los partidos que le sustentan también lo son. Quien los vota es más de lo mismo.
En este caos antes llamado España, todo se mueve entre gentuza.
Alejandro Descalzo (Ñtv España)