¿Qué se puede pensar cuando en un país cuyo problema acuciante siempre ha sido la escasez de agua, unos desequilibrados mentales deciden la destrucción de los embalses”? Con todo, hay algo más grave por sus consecuencias que el hecho en sí, como es comprobar que los españoles no estamos todavía en la calle con el sano y santo propósito de arrojar de la Moncloa, a patadas, a este gobierno de irresponsables
No ha mucho le hacía esta pregunta a un amigo, mientras comentábamos el “hecho inexplicable” del “odio a Franco” impuesto a los españoles: “¿Cuál es la diferencia esencial entre Generalísimo y los políticos de la Democracia?”… y yo mismo se la respondía: “Pues, sencillamente, que el Caudillo siempre actuaba obsesionado por hacer ‘lo mejor para el pueblo’ y, por el contrario, los gobernantes y políticos actuales ‘jamás piensan en el bien del pueblo y solo buscan enriquecerse’…” No hace falta ser un genio para descubrir dicha realidad, pues ni siquiera tratan de disimular que roban a dos manos.
Pero, esta gentuza tiene, además, otra preocupación esencial: hacer la vida imposible a los poco políticos que retratan de imitar a Franco y quieren mejorar la vida de los españoles.
He considerado oportuno abordar el tema por la siguiente razón fundamental: señalar a los verdaderos culpables de la destrucción de los pantanos. La orden ha partido de los “dueños del mundo” y afecta no solamente a los ríos españoles sino a todos los del mundo entero.
Y, lógicamente, como todas las iniciativas que salen del “laboratorio de ideas y proyectos” de la Sinagoga de Satanás el objetivo siempre es el mismo hacer todo el daño que puede a su enemigo, o sea “al Hombre”, al “Género humano”… (Aclaro a las feministas que ahí están incluidas la mujeres y, de paso, les pido un poco de cultura elemental para ahorrarnos trabajo a quienes escribimos).
El genial san Ignacio de Loyola llama al Diablo, “el enemigo del Hombre”, y no. “el enemigo de Dios”… pues el Ángel caído sabe por propia experiencia que contra Él no puede nada y que su única forma de atacarle es haciendo todo el daño que pueda a su criatura más especial y querida. Para lo cual, su último invento ha sido elaborar la “Agenda 2030”. Precisamente en ella tiene sus raíces esa orden universal que, por otra parte, ha tenido muy en cuenta lo útil que le será para contribuir a la destrucción de España.
Efectivamente así como las batallas ganadas por el Caudillo a los rojos en nuestra Cruzada se estudiaban en West Point –ignoro si aún siguen haciéndolo—del mismo modo, veo a los servidores de la bimilenaria organización satánica en el laboratorio de sus proyectos, estudiando al detalle todo lo que hizo Franco para llevarnos a la Nueva Edad de oro del Régimen “18 de julio”.
Y lo hacen buscando el camino más rápido para anular aquellos cuarenta años de proyectos realizados y tan beneficiosos para el Pueblo español. Ellos si valoran lo que supusieron –y siguen suponiendo– aquellos pantanos para España resucitada, facilitando los regadíos y sirviéndonos una electricidad barata. Es decir convertidos en fundamento de industrialización y de mejora para la agricultura.
Es sorprendente el celo de los gobernantes rojos en la ejecución de las órdenes recibidas de la Sinagoga de Satanás y, no menos, la pasividad del resto de los españoles frente a esa locura. Esa es la razón de mi pregunta–creo que con fundamento—sobre si los pobladores de esta patria nuestra somos idiotas, ajustándome a la significación que la Reala Academia de la Lengua Española le da al termino en su primera acepción y lo traduce como “tonto o corto de entendimiento”.
¡Ojalá! se planteen todos los españoles esa misma pregunta y saquemos las consecuencias.
Gil de la Pisa (ÑTV España)