Oigo, patria, tu aflicción,
y escucho el triste concierto
que forman, tocando a muerto,
(la campaña y el cañón)
la campaña de elección;
Y de nuevo el siniestro sonsonete de promesas que unos pudieron y no hicieron y las ofertas “doradoras de píldoras” de los otros…Inútiles las primeras y ”mágicas” las otras.
Y en medio la “nación” o sea, el que esto escribe, el que esto lee y millones de expectantes o cabreados portadores de voto; con las papeletas en la mano, como antorchas de sus voluntades.
Así que frente a los que tañen las campanas del autobombo: cruel, falto de ética y contado desde la prepotencia más estúpida y los que proponen soluciones a cañonazos, con cañones de cartón; no hay más remedio que la urna a llenar con las papeletas de la reflexión crítica.
Busca, si es posible, la oferta menos perniciosa…Aquella que no esté a la sombra de bastardos intereses personales…Aquella que de alguna manera ilumine a nuestra mortecina Democracia sin necesidad de ostentosos repiques de campanas, ni los fulgores de estruendosas salvas de cañonería.
¿Qué no lo encuentras?…
¡A ver si ese va a ser nuestro castigo por haber creado monstruos!
Agustín Muro

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Última Actualización: 13/06/2024

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