La Fundación Abogados Cristianos a través de su presidente, Polonia Castellanos, ha iniciado una campaña de concienciación dirigida al juez Manuel Marchena, Presidente de la Sala Penal del Supremo, para que suspenda el prevaricador pleno sobre la Ley del Aborto, intoxicado por magistrados de inexistente neutralidad.
Previamente se ha presentado una querella por prevaricación contra Conde-Pumpido pero, conscientes del carácter trilero del desgobierno criminal, la Fundación se ha apresurado para impedir que el brazo ejecutor con toga no se salga con las pretensiones del doctor cum fraude. Están inhabilitados para votar sobre el aborto libre que quieren imponer en España.
Montalbán, Campo, Pumpido y Espejel; cuatro eran cuatro los magistrados que elaboraron la ley del aborto o hicieron valoraciones, unos con sesgo sectario y rastro pestilente de parcialidad desde tiempos del miserable Zapatero y Concepción Espejel, a quien no han dejado abstenerse. Conculcando la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea no están dispuestos a inhibirse y, como avezados malabaristas del más sucio engaño, esquivando alevosamente la prevaricación pretenden salirse con la suya radical aprobando el aborto libre.
Calaron las maniobras del sanchismo para asaltar el Tribunal Constitucional con la miserable aquiescencia del nacionalista Feijóo disfrazado, el muy ruin, con engañoso atavío conservador. El atraco al Tribunal sólo fue posible por los cómplices que abrieron las puertas desde dentro.
Cuatro mercenarios de la Justicia penetraron y fueron directos a la caja fuerte donde resistía la garantía de una ya exigua separación de poderes, siendo el inconfiable gallego caballo de Troya contra el Estado de Derecho, ávidos los socios del desgobierno criminal por desarmar la democracia para montarse una república bolivariana en terreno europeo.
Con el prognato Pumpido de mirada aviesa e intenciones retorcidas contra la Carta Magna, las puertas del Constitucional lucen las luces de neón para anunciar servicios de barra libre con derecho a tocamientos obscenos permitidos por los jefes del cotarro, los chulos del negocio.
La dama de la Justicia no lleva bragas y exhibe sus artificiosos encantos en busca de la clientela que pague mejor por los servicios prestados. Como otrora las saunas gay de la fulgurante carrera política y personal de un sátrapa sin entrañas, el lupanar de la democracia abre sus puertas para desterrar la decencia de la supuesta independencia de los jueces que dependen de los amaños del doctor cum fraude, sospechoso de alta traición y sabido prevaricador al que la Unión Europea le busca, como menos, 11.000 millones de euros de los fondos de ayuda robados a los españoles.
La desaparición del delito de malversación no tanto cubre las espaldas de los socios independentistas como las suyas propias si no le salen las cuentas golpistas. Y no será porque no haya puesto toda la carne en el asador prostituyendo a su antojo inmoral todas las instituciones y organismos con fulanas y fulanos de criminal ralea que disimulará ahora el luminoso Constitucional, multicolor, sociocomunista, y dispuesto a favores de servicios especiales con clientela filoterrorista e independentista haciendo cola para trajinarse a la más emperifollada, con maquillaje sanchista, del lugar.
La Ley del Aborto es solo una fiesta de inauguración para la orgías transformistas que se avecinan.
Ignacio Fernández Candela (ÑTV España)