No necesitamos ser rescatadas, ver si nos vamos enterando, hace años que nos salvamos nosotras mismas.

No necesitamos que nos empujen, tenemos suficiente fuerza motriz para empujar nuestro peso.
gestionar nuestros cabreos,
sobrevivir a nuestras tristezas,
vivir nuestras alegrías,
aprender de nuestros tropiezos…
somos capaces de empujar nuestra vida entera… y además, la de otros.

Se olvidaron que los hombres también ponen la mes,
que cocinan como nosotras,
planchan como nosotras,
tienden la ropa como nosotras.

A ver si dejamos de una vez de soltar memeces, de prejuzgar tanto las vidas ajenas, de sentenciar tanto las vidas que no son nuestras, empecemos a vivir más, o al menos, mejor.

A ver si le queda claro al mundo entero, que estamos tan sanamente locas, tan desequilibradamente cuerdas, tan perfectamente imperfectas, que es lo que nos hace únicas e inclonables, incluso encantadoramente insoportables.

Que aunque seamos independientes e indomables, solo necesitamos a alguien con quien compartir alegrías y tristezas, caídas hechas aprendizaje, lágrimas que hablan, miradas que curan y silencios compartidos, que dicen más que todos los escritos.

Como dijo Mario Benedetti: «Me gustaría pasar el resto de mis días con alguien, que no me necesite para nada, pero me quiera para todo».

Feliz día de la Mujer.

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Humanidad,

Última Actualización: 08/03/2023

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