1- El argumento de moda de la claque sanchista es soltar a diestro y siniestro la cantaleta: La derecha lleva 25 años diciendo que se va a romper España.
Cada vez que gobierna el PSOE lo repiten sin parar anunciando la catástrofe inminente. Y España no se ha roto ni se va a romper jamás.»
2- La táctica de Sánchez. Cada vez que el miserable que okupa la Moncloa va a perpetrar una de sus traiciones nos dice con la pretensión de calmar y acallar el descontento popular. «No os preocupéis, que vamos a hacer esto, porque es bueno y necesario, pero esto otro (que es mucho más lesivo para la soberanía nacional) no lo haremos nunca. Así nos aseguró que indultaría a los golpistas catalanes, pero que jamás rebajaría el delito de malversación.
Después reconoció que eliminaría el delito de malversación, pero prometió que nunca haría la amnistía. Ahora nos dice que hará la amnistía, pero nunca el referéndum de autodeterminación. ¿Y qué será lo siguiente? Que nos dirá con toda su jeta inmoral de traidor contumaz: «Permitiremos el referéndum… pero nunca la independencia.»
Conclusión: amigos, los españoles somos la rana que este hijo de su madre, la impune del Playbol, está hirviendo a fuego lento. NO es cierto que España no se rompe, Sánchez está despedazando a cámara lenta nuestra patria, y lo está haciendo canalla delante de nuestros ojos, un poquito cada vez. Y cuando nos hacemos a la idea, arranca artero otro trozo más grande de la soberanía nacional.
Así se ha adueñado del poder judicial, eliminó el delito de sedición, acabó con el delito de malversación, hará la amnistía, después el referéndum separatista y por último, proclamará la Confederación de Repúblicas Socialcomunistas de España.
Hacia eso vamos, hacia el fin de la nación más antigua de Europa, pero no os preocupéis. «Que España no se rompe».
Hernán Pérez Ramos (ÑTV España)