En tanto el sospechoso de múltiple criminalidad encubierta por la Fiscalía General del Estado al servicio prostituido de La Moncloa, además de las rameras subyacentes de los medios de comunicación subvencionados para solaparle, negocia con el difuso Feijóo algún destino internacional como Secretario General de la OTAN-ahí es nada a lo que aspira el cómplice del Foro de Puebla -, se acrecienta la certeza de que, según sus devaneos constantes con la malversación de caudales públicos, su futuro debería ser judicial y carcelario.

No solo por las cuentas pendientes con los damnificados por la gestión genocida de la plandemia, el grueso del carácter delictivo del sátrapa, ni por haberse traspasado repetidamente las líneas rojas de la Seguridad Nacional, sino también por el encadenamiento de actividades delictivas perfectamente localizadas en la corrupción generalizada del entorno familiar: desde el suegro Sabiñano que le facilitó la carrera política entre los efluvios de las saunas, antro de prostitución y catapulta de ineptos al ruedo político, hasta los padres y sus oscurantistas negocios del Playbol, pasando por las trapisondas de Begoño Gómez por los lares africanos de Marruecos y la alta traición para ocultarlas las sospechas son certezas.

Es sin duda, una familia con posibilidades de acabar enjuiciada si el tirano Sánchez  es extirpado de la sociedad que lo aborrece.

Quien aspira a suceder a Charles Michel como Presidente del Consejo Europeo está embarrado de casos de corrupción que si en España han quedado impunes, por la inanidad de los responsables que deberían haber arbitrado el juego sucio de Sánchez, en plena Europa serían demasiado evidentes como para escapar del control internacional.

El parásito presidencial que maneja los presupuestos del Estado de modo sectario y al antojo de prevaricadores caprichos está detrás del último caso doméstico de corruptelas que apunta a un tío de Begoño Gómez: en el año del asesinato de nuestros padres y de decenas de miles de ciudadanos, el 2020 que aprovechó la manada socialista para ir de putas y meterse coca, un 15 de mayo Isaías Gómez Serrano recibió del Instituto de Crédito Oficial una ayuda principal de 40.000 euros y otra complementaria por un importe de 5.356 euros a través de dos empresas de las tres que sostenían un negocio de banquete de bodas.

En septiembre se reiteró la ayuda del instituto dependiente del Ministerio de Economía dirigido por Nadia Calviño otro monto de 24.000 euros con un complementario de 3.202 euros. Hoy sabemos que la empresa, todavía deficitaria a pesar de la inyección de dinero, en el 2020 había sido embargada en tres ocasiones a cuenta de las deudas contraídas con la Seguridad Social.

¿Destino internacional para exportar a un criminal sin escrúpulos que ha saqueado España? Quizá sea lo mejor para que toda esta podredumbre familiar acabe juzgada por tribunales internacionales. Si le dan la oportunidad practicará las malas artes a escala mundial y allende los tribunales de España los jueces no están comprados.

Hay que asegurarse primero de sacarlo a patadas desde las urnas del 23J.

Ignacio Fernández Candela (ÑTV España)

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Última Actualización: 13/06/2024

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