Es una mera declaración de intenciones, no hay pactos concretos más allá de incluir un anexo con la Proposición de Ley Orgánica de Reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial y del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal.
Obviamente la Proposición de Ley Orgánica tiene que pasar por el Congreso y el Senado para su aprobación. Pactando con Sánchez… ¿Qué garantía existe de que se va a respetar lo acordado? ¡Ninguna! No olvidemos que Sánchez y sus socios siguen teniendo la mayoría en el Congreso.
Sigue siendo impresentable que el nombramiento de los vocales del CGPJ, como máximo órgano del Poder Judicial (PJ), se lo repartan los políticos. Eso hay que agradecérselo a Felipe González que en 1985 aprobó La ley Orgánica del Poder Judicial en donde se estableció que todos los vocales del CGPJ serían nombrados por el Congreso y el Senado. Anteriormente, los 12 vocales provenientes de la carrera judicial eran nombrados por los jueces.
También hay que agradecer a Sánchez que durante cinco años el CGPJ no haya podido nombrar nuevos jueces por mor de una ley que prohibió a los vocales en funciones realizar esos nombramientos. Y luego tienen el descaro de decir que la situación de bloqueo del CGPJ es culpa del PP.
Con el bagaje político-histórico que adorna a Sánchez, plagado de mentiras y engaños a los españoles, pienso que el PP no debería de haber llegado a este acuerdo con el PSOE. Primero porque va en contra de su programa electoral.
Segundo porque si alguien saca provecho de esto, es Sanchez. ¿Alguien cree que va a dar por perdida la batalla de incautarse del Poder Judicial para tener controlados los tres poderes?, desde luego, yo no.
Y tercero porque yo jamás pactaría nada con quien reiteradamente ha incumplido sus promesas, algunas muy graves. ¡Cómo me voy a fiar de un presidente que ha vendido España por 7 votos!
Al margen de estas consideraciones, lo que hay que dejar claro y meridiano es que la justicia española no es independiente. No lo puede ser mientras el órgano que rige y preside todo el Poder Judicial sea nombrado por los políticos, que defienden única y exclusivamente sus intereses y no los de los españoles que necesitan de la total independencia de nuestro Poder Judicial.
Otro tanto cabe decir del Tribunal Constitucional, también nombrado por los políticos, que está a las órdenes del presidente del gobierno y que, en lugar de cumplir con su cometido, ciñéndose a temas puramente constitucionales, está actuando como un tribunal de casación invadiendo las competencias del Tribunal Supremo.
La última golfada es la anulación de la condena por prevaricación de Magdalena Álvarez. La de los implicados en los ERES de Andalucía se espera en breve. Todos del PSOE.
Suma y sigue, el fiscal general del Estado es nombrado por el presidente del gobierno. Las actuaciones de Álvaro Ortiz son y están siendo de una atrocidad tal que ha dejado por los suelos la institución.
No podemos permitir que los políticos hablen de independencia del PJ mientras no saquen sus garras de las instituciones judiciales. Mientras no ocurra eso, no hay independencia del PJ. Cierto es que hay jueces y magistrados que están defendiendo con uñas y dientes el imperio de la ley, pero no es menos cierto que están siendo el objeto de presiones, injurias e insultos por parte de los que quieren detentar el PJ.
Todo según esa palabreja que se han sacado de la manga: el “lawfare”. Estos se creen que un país se gestiona con palabras.
Lo dicho, que la tan cacareada independencia del Poder Judicial no existe.
Fundación Enraizados (ÑTV España9