1- Para «festejar» la hispanidad el Tribunal Constitucional acaba de abrirle de par en par a Sánchez las puertas del poder judicial para que pueda convertir a España en Venezuela II.
Expliquémoslo: La estrategia de los dictadores criminales Chávez y Maduro para imponer su poder omnímodo en Venezuela fue adueñarse, primero que nada, del poder judicial, ya que esto les permitió a continuación avalar constitucionalmente la serie de pasos que dieron para convertir una de las democracias más antiguas y consolidadas de América, en una dictadura atroz que mata de hambre, tortura y asesina a su propio pueblo. Pues este es el modelo magistral que sigue al pie de la letra para perpetuarse en el poder, aun en contra del sentir mayoritario del pueblo español.
2- La jugada de Pumpido. La mano negra de Sánchez en el Tribunal Constitucional (TC), el juez Conde Pumpido, ha decretado que este parlamento (lleno de enemigos de España y de la libertad) puede hacer una ley que le permita elegir sólo por mayoría simple a los jueces del Concejo General del Poder Judicial (CGPJ), sin que sea necesario para ello los tres quintos habituales. Gracias a esta decisión sin precedentes del Tribunal Constitucional, el aborrecido Sánchez podrá repartirse el CGPJ con los comunistas y con los enemigos de España, consiguiendo con ello que jamás se vuelva a nombrar en nuestro país un solo juez (a todas las instancias) que no se someta servil a los dictados del gobierno traidor.
Conclusión: amigos, cuando Pedro Sánchez, con el CGPJ en sus manos, controle desde el primero hasta el último de los jueces españoles, España, nuestro país, se habrá transformado en algo muy parecido a Cuba o Venezuela porque no importa cual sea el asunto judicial o litigio que lleves entre manos, si te has quejado del gobierno, si has denunciado sus atropellos e iniquidades, ese juez a las órdenes del gobierno fallará ineluctablemente en tu contra, SIEMPRE.
De más está decir que este es el mecanismo que empleará el sátrapa traidor para acallar la voz disidente y someter a su voluntad a los 47 millones de españoles. No sé por qué tengo la impresión de que las cosas comienzan a pintar muy, muy mal, quizás sea porque estamos a solo un paso del sometimiento total y absoluto.
Hernán Pérez Ramos (ÑTV España)